Cultura
Dimite Ignacio García, director del Festival de Almagro, «para no contribuir a su devaluación»
Llevaba cinco años al frente
El Patronato le propuso la continuidad un año más hace unos días, pero ha rechazado la oferta

Ignacio García ha presentado su dimisión como director del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, según ha informado este lunes el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem) en un comunicado. En una reunión celebrada el pasado jueves 3 de noviembre, el patronato del festival propuso la continuidad del director durante un año más. Sin embargo, y según ha sabido ABC, García ha rechazado la oferta por grandes desencuentros y por «la defensa del patrimonio sin condiciones», según han señalado a ABC fuentes cercanas al ya exdirector teatral. El patronato, por su parte, se ha comprometido en breve a anunciar el relevo en el cargo para garantizar la correcta marcha de la 46ª edición del festival.
El Patronato agradece también a Ignacio García y su equipo su «dedicación y compromiso» durante estos casi cinco años al frente, así como la labor desarrollada en la difusión y protección del patrimonio teatral del Siglo de Oro español.
Mientras, el Inaem destaca que el festival de Almagro es una de las citas «más longevas y reconocidas» del panorama escénico y cultural. Además de su apoyo económico, el Ministerio de Cultura y Deporte nutre la programación del festival con la presencia e implicación de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), unidad del Inaem que tiene en Almagro su sede estival, donde presenta diversas producciones y estrenos cada verano.
En realidad, la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), que dirige LLuís Homar, es la columna vertebral del Festival de Almagro, y «lleva un par de años desvariada», según han señalado a este diario fuentes del sector teatral, que hablan de «montajes erráticos» y achacan a Homar «no cuidar nada la programación de Almagro».
En un comunicado posterior del propio Ignacio García, este sitúa también el desacuerdo con «la reducción, precarización y externalización de puestos laborales que se ha llevado a cabo en la Fundación por mandato taxativo de su Patronato y su Comisión Ejecutiva, como consta en las actas de 2020 y 2021». «Desde la Fundación queremos agradecer a todos la colaboración en la maravillosa tarea encomendada: al equipo que ha trabajado titánicamente y con tantos esfuerzos día a día por el Siglo de Oro, a las compañías, países, Comunidades autónomas e instituciones que nos han ayudado a ampliar la mirada sobre lo clásico, haciéndolo más feminista, más americanista, más accesible e inclusivo; al público que ama y defiende nuestro patrimonio y a los medios de comunicación por ayudarnos a contarlo con exigencia y lealtad».
El punto clave de «esa devaluación del apoyo institucional» está en la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), con una situación desde 2021 que «filosóficamente, conceptualmente, en contenidos, en implicación, no concuerda con las premisas de su creación pensada como columna vertebral del Festival de Almagro», añade.
Una situación que, ha explicado, «provoca las siguientes consecuencias: para la próxima edición se propone por parte de la Compañía Nacional de Teatro Clásico una reducción de funciones en relación a años anteriores que deteriora la visión patrimonial que se ha intentado construir en estos años desde la dirección del Festival». Asimismo, genera que «el cauce de contratación con la última producción de 'La vida es sueño' debe hacerse directamente con la empresa coproductora y fuera de su sede» y «la reducción de la actividad en el Teatro Adolfo Marsillach afecta al desarrollo del Festival, a la hostelería y a la vida económica del municipio».
Por ello, «para no contribuir a la devaluación del Festival la actual dirección ha tomado la decisión de no aceptar la renovación, por un año, en los términos y condiciones que el INAEM ha propuesto en el Patronato». En estos cinco años de la dirección actual de la Fundación, asegura, «hemos luchado por hacerlo crecer sobre los cimientos que construyeron nuestros antecesores con tanto esfuerzo, y hemos luchado contra adversidades y pandemias, batallas inciertas a veces, para que nunca parara la actividad, ganando muchas de ellas».
«Que el Festival se hiciera en 2020 y que fuéramos los primeros en abrir los teatros en el país después de meses es un hito para Almagro y la victoria comunitaria que mejor resume la fortaleza de esta fiesta cívica», finaliza.
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