La investigación comenzó cuando una de las víctimas descubrió que uno de los efectos robados en su domicilio -una cámara fotográfica valorada en unos 1.000 euros- se encontraba a la venta en una conocida plataforma de compraventa de segunda mano. De inmediato lo comunicó a la Guardia Civil, que puso en marcha un dispositivo para identificar al vendedor.
Con la colaboración del denunciante, los agentes concertaron una cita con el supuesto autor para la recompra del objeto. Una vez en el lugar acordado, comprobaron que el vendedor era la misma persona que había cometido el robo, procediendo a su detención.
Durante las gestiones posteriores, los investigadores verificaron que el teléfono utilizado por el detenido pertenecía a una vecina de Quintanar de la Orden, quien había denunciado un robo en su vivienda en el que se sustrajeron varios efectos, entre ellos su documentación personal.
Gracias a estas pesquisas, la Guardia Civil logró esclarecer cuatro delitos de robo con fuerza y uno de usurpación de estado civil, además de recuperar varios de los objetos robados.
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