La cesta de la compra pesa cada vez más en Castilla-La Mancha

De hecho, un informe reciente que lleva por título 'La inflación se come el presupuesto de los hogares con menos renta', elaborado por el Servicio de Estudios Confederal del sindicato UGT, afirma que si el sueldo de una persona en Castilla-La Mancha es de 1.612 euros de media, dedicará un tercio del mismo -unos 555 euros aproximadamente- a la cesta de productos de primera necesidad.

Aunque el IPC (Índice de Precios de Consumo) ha bajado del 10,6% en septiembre al 8,6% en octubre, Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma que sigue liderando la inflación en España, según los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística. De este modo, en el último mes los precios subieron un 0,6% en la región y los de alimentos son los que están a la cabeza, con un incremento del 16,2% con respecto al año anterior.

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«Todo irá a peor por el incremento del precio de la cesta de la compra», afirma a ABC la delegada de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en Castilla-La Mancha, Itziar Fernández. «Partimos ya de unos precios altos y, por lo que ha pasado ya en años anteriores, los productos estrellas de las navidades -el cordero, los langostinos, el besugo o la merluza- empezarán a incrementarse en las próximas semanas», tal y como vaticina.

De hecho, explica que todos esos productos ya están rondando los precios que tenían el año pasado, «y aún no estamos en Navidad». Por ejemplo, subraya que el cordero, una de las comidas típicas de esas fechas en la región, ya está un 28-30% más caro que habitualmente, siendo finales de noviembre. Lo mismo pasa con pescados como el besugo o la merluza.

Por eso, desde la OCU aconsejan comprar con antelación, aprovechando las ofertas de los supermercados y los precios más bajos de las semanas prenavideñas, y congelar los productos que se van a consumir durante las fiestas. «Las propiedades de los alimentos se conservan exactamente igual y así ahorramos», señala Itziar Fernández.

Si nos fijamos en los productos alimentarios, según los últimos datos del INE, el azúcar subió casi un 38%, los huevos un 30,8%, las legumbres y hortalizas frescas un 30,2%. Ninguno de los productos de la cesta de la compra de frescos ha bajado de precio: la carne de ave subió un 21,4%, la de vacuno un 17% y la de cerdo un 13,1%. Los cereales y derivados lo hicieron un 20.8% y el pan un 16%. Por otro lado, el aceite sigue su escalada de costes, hasta un 25%, y la leche un 23,8%.

Por provincias de Castilla-La Mancha, la más inflacionista sigue siendo Toledo, donde llenar la cesta de la compra es un 9,2% más caro que hace un año. Pese a todo, la cifra es la más baja desde el mes de enero. Lo mismo ocurre en el resto de provincias. La siguiente donde es más caro comprar es la provincia de Guadalajara, donde el IPC subió un 8,8%; seguida de Ciudad Real, con un 8,6%; Cuenca, con un 8,5%, y Albacete es la provincia donde han subido menos los precios en octubre de este año, con un 7,9%. Un dato llamativo es que los productos de alimentación subieron más en Guadalajara (+17,4%) y en Cuenca (+17,2%) que en la provincia de Toledo, donde la inflación ha sido mayor (+17,1%).

Para ver cómo está la situación a pie de calle, este diario se ha acercado hasta el Mercado Municipal de Toledo, edificio histórico del Casco antiguo de la ciudad. Allí tiene su puesto Rafael Ruz Jiménez, uno de los veteranos del lugar y el único pescadero que se mantiene en este espacio, que reconoce que todos los años, cuando se acercan las fechas navideñas, siempre suben los precios.

Por lo que se refiere al género que él vende, el pescado y el marisco, uno de los productos estrella de la Navidad, explica que el coste depende de la cantidad que llega a las lonjas. «Si entra bastante, a lo mejor el precio puede bajar, pero si entra poco, sube», apunta. Los que sí prevé que suban de cara a las navidades, como en años anteriores, son el besugo, la merluza de pincho, el rape, la gamba blanca o las nécoras frescas, que según estima, subirán hasta un 30% con respecto a su precio habitual.

También se han incrementado algunos productos congelados y elaborados, subraya Rafael, «a causa del encarecimiento del gasoil y de la luz que usa la maquinaria para su fabricación», o el salmón, que proviene en su mayoría del Mar Báltico y, debido a la guerra en Ucrania, llegó a encarecerse hasta más de un 50% su precio habitual por su transporte desde esas latitudes.

Sin embargo, según destaca el pescadero, «los precios se mantienen igual que el año pasado en líneas generales», como en el caso de los langostinos frescos, las almejas, los mejillones y otros moluscos de concha marinos. Aun así, aclara que el precio no es fijo en el caso del pescado y del marisco, «sino que es muy relativo porque depende de lo que se capture».

De todo ello son conscientes los clientes que compran habitualmente en la pescadería de Rafael. «No son tontos, saben que los precios suben y, si antes compraban cinco productos, ahora se llevan tres o si antes era un kilo, ahora com pran tres cuartos. Todo ello repercute finalmente en las cuentas de mi negocio y las ventas han bajado un 30% con respecto a las mismas fechas del año anterior», asegura.

«Sabemos que el momento es malo, aunque no solo por la guerra de Ucrania, pero nos adaptaremos a lo que vaya viniendo», afirma Lucía, una de las clientas que compra habitualmente en el Mercado Municipal de Toledo. Más pesimista se muestra Olga, madre de una familia numerosa y con uno de sus hijos con discapacidad, que cuenta que, debido a las dificultades económicas por las que atraviesan, tiene que arreglárselas para dar de comer a todos con 480 euros al mes, y muchas veces tienen que recurrir a las ofertas. «Al final, te quitas de un sitio para poder gastar en otro. No queda otra», expresa con resignación.

La esperanza de Rafael es que en las próximas semanas, según se vaya acercando la Navidad, la clientela se anime y gaste el dinero, como otros años, aunque teme que cuando pasen estas fechas, «la cuesta de enero y febrero va a ser más empinada que en ocasiones anteriores». «Ojalá me equivoque, pero yo siempre digo que todo lo que sube es difícil que luego baje. En cualquier caso, intentaremos aguantar el tirón como sea», dice con filosofía, la que le da llevar años al pie del cañón.

«Yo soy carnicero y también tenemos animales, y sí es cierto que ha subido tanto el pienso para alimentarlos como la luz y la energía. Por lo tanto, aunque intentas que ello no repercuta en el precio de los productos en un principio, al final es algo que no puedes aguantar», manifiesta Ernesto Núñez, otro de los tenderos del Mercado Municipal de Toledo. Aun así, de cara a la Navidad, espera no subir mucho más los costes de los que ya lo hizo cuando se encareció todo hace unos meses, refiriéndose especialmente al cordero, tan típico en estas fechas. «Entre todos, tenemos que intentar mantener la balanza y dar tranquilidad a los clientes porque, si no, creamos un alarmismo innecesario», concluye.