La Cátedra del Tajo cree que cambios bruscos de caudal del río van en sentido contrario a lograr el buen estado ecológico
Las oscilaciones de caudal detectadas en el verano de 2025 en Toledo generan estrés en los hábitats y riesgo para la fauna acuática
La CHT atribuye los tres descensos bruscos en verano del caudal del Tajo en Toledo a paradas de la turbinación de la hidroeléctrica de Safont
ABC
Toledo
La Cátedra del Tajo UCLM-Soliss ha advertido de que las variaciones bruscas de caudal registradas en el río Tajo a su paso por Toledo durante el verano de 2025 «van en sentido contrario a lo que se persigue, que es conseguir el buen ... estado ecológico de un río o no deteriorarlo».
En su informe, basado en los datos del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), la Cátedra concluye que estos cambios súbitos de caudal «pueden suponer efectos negativos para las comunidades de fauna que habitan en el río, así como en el funcionamiento del ecosistema fluvial».
Según el análisis, las fluctuaciones observadas -denominadas hidropuntas- se produjeron al menos en 19 días entre julio y septiembre, coincidiendo con las interrupciones y reanudaciones en la turbinación de la central hidroeléctrica de Safont, motivadas por trabajos de mantenimiento e incidencias eléctricas.
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Estas oscilaciones de caudal, que en algunos casos supusieron pérdidas y aumentos de más de 10 m³/s en apenas una hora, generan estrés en los hábitats fluviales y pueden afectar a la fauna y flora del cauce.
Cuando el nivel del río baja bruscamente, zonas ribereñas y áreas someras quedan momentáneamente secas, provocando la pérdida de refugios naturales para especies con poca capacidad de desplazamiento, como macroinvertebrados o microorganismos del sustrato, que pueden morir por desecación.
Además, los peces sufren desplazamientos, varamientos y alteraciones en sus zonas de freza, lo que reduce la estabilidad y la capacidad de recuperación del ecosistema.
Un patrón de alteraciones recurrentes
La Cátedra señala que lo sucedido en verano no se trata de episodios aislados. «No podemos estar hablando de descensos puntuales de caudal, sino de descensos y aumentos habituales y súbitos», advierte el documento, que insta a tener en cuenta estas dinámicas en la gestión del Tajo.
Estas variaciones constantes modifican la temperatura, oxigenación y turbidez del agua, alterando los procesos naturales de sedimentación, la estructura de las comunidades biológicas y la productividad del río. Por todo ello, la Cátedra de Tajo hace un «llamamiento a la reflexión para recuperar el buen estado en un río, sus caudales deben ser lo más parecidos a los naturales, a los que había antes de la acción humana».
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«El discurso de los caudales ecológicos se ha tergiversado o quizá no se ha entendido su significado», añade, advirtiendo de que los caudales medios diarios no impiden cambios bruscos dentro del mismo día, lo que «va en contra de la finalidad de la normativa: mantener o recuperar el buen estado ecológico del río».
Con este análisis, la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss reitera la necesidad de alinear la gestión hidroeléctrica y la planificación hidrológica con criterios ecológicos reales, y de mejorar los mecanismos de control de los caudales ecológicos para evitar alteraciones que comprometan la salud del Tajo a su paso por Toledo.
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