Castilla-La Mancha, por encima de la media en economía circular

Esto, que ahora parece lógico, no era obligatorio hasta la aprobación de la Ley estatal 7/2022, del 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, que contempla incluso sanciones para aquellas empresas que no cumplan con algo tan básico como es el hecho de reciclar y dar una segunda vida a esos aparatos. Esto es lo que explicó ayer por el director general de la Fundación Ecolec, Luis Moreno Jordana, en el foro organizado por ABC junto con este organismo, que asegura que, de no actuar de ese modo, los residuos que se generarían acabarían en la calle y serían los servicios de limpieza municipales los que han de hacerse cargo.

Por eso, Luis Moreno Jordana cree que «es esencial concienciar al consumidor para que recicle», algo que en lo que trabaja la Fundación Ecolec, que este viernes y dos días de la próxima semana instalará precisamente en el barrio de Santa María de Benquerencia, en Toledo, un punto de información sobre economía circular. Además, a cambio de cada kilogramo de aparatos electrónicos que entregue cada persona en el estand instalado, se plantará un árbol, con lo que pretender cerrar el círculo que representa este modelo económico y productivo.

El trabajo de la Fundación Ecolec, aparte de informar y concienciar a la población, aporta, como subrayó Moreno Jordana, «un granito de arena» a la economía circular. Así, en 2021 gestionaron casi 125 millones de kilogramos de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), un 8% más que en 2020.

En Castilla La Mancha, por su parte, la Fundación Ecolec gestionó en 2021 7.410 toneladas de RAEE, un 3% más que en el año anterior. Esto equivale, a 11,38 kg/habitante al año, muy por encima de la media nacional que se sitúa en torno a los 9 kg/habitante, lo que demuestra, a juicio del director general de este organismo, que la región «hace las cosas bien» en materia de economía circular.

En este sentido, puso como ejemplo de los materiales recuperados que solo en Castilla La Mancha, Fundación Ecolec gestionó 1.500 toneladas de residuos de frigoríficos durante 2021. «Esta cantidad ha permitido recuperar además de plásticos, vidrio y la recuperación de aceites y gases refrigerantes que son altamente contaminantes y destructores de la capa de ozono, 45 toneladas de aluminio, 8 de cobre, 650 de metales férricos y 6 de metales no férricos. Y con esos materiales recuperados se podrán fabricar nuevos aparatos», apuntó.

Otro de los actores implicados en esta tarea es el Grupo Amiab, cuyo director general, Pedro Jesús Sáez Cruz, que recordó que llevan 15 años trabajando en esta materia, durante los cuales han gestionado unas 20.000 toneladas de residuos al año, principalmente en Castilla-La Mancha, siendo la mitad de ellos RAEE. Todo ello, señaló, gracias a una plantilla de más de 150 trabajadores, de los cuales más de un 95% son personas con discapacidad.

Una de las principales líneas de actuación del Grupo Amiab es la gestión de aceite de uso doméstico, que sirve para fabricar biodiésel y otros productos, así como el reciclaje de las botellas de plástico utilizadas, con el fin de reducir la contaminación tanto en los ríos o aguas subterráneas, como en los vertederos. Según informan, por cada 1,2 litros de aceite que depositas en los contenedores naranjas instalados en las calles, se obtiene 1 litro de biodiésel. Este combustible tiene un 83% menos de impacto ambiental que los combustibles fósiles.

Otro de los grandes ámbitos de actuación de esta entidad son las tarjetas electrónicas, de las cuales gestionan unas 600 toneladas de los 22 diferentes tipos que existen, que luego se convierten en unos 50 kilogramos de oro y otras metales preciosos, como la plata. Y, por otro lado, está la gestión del vidrio, que acaba en las azulejeras gracias la colaboración de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, debido al peso que este sector tiene en la región.

Sin embargo, el director general del Grupo Amiab recordó que queda trabajo por hacer en la gestión de los residuos que generan las plantas de generación de energías renovables «que nos están imponiendo». Según sus cálculos, esta «autonomía energética» está generando unas 30.000 toneladas de placas fotovoltaicas, por ejemplo, «lo cual supondrá un problema», pero ellos están consiguiendo su reutilización gracias a las ayudas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

«Hay que hacer un esfuerzo por ahondar en el proceso de la minería urbana», afirmó Sáez Cruz, que dice que «hay una cantidad de residuos que son una mina, en lugar de seguir explotando los recursos naturales». Por eso, considera fundamentales las campañas de concienciación y la transformación de los puntos limpios en puntos vivos, así como el desarrollo de proyectos I+D+i «para seguir avanzando» en economía circular.