Castilla-La Mancha destinará casi 8 millones de euros a programas y servicios de salud mental en 2023

Para intentar dar respuesta a este problema, el Consejo de Gobierno de esta semana ha aprobado una inversión cercana a los 8 millones de euros para 2023 dirigida a programas y servicios para promoción, prevención y atención a personas con problemas adictivos y de salud mental, que se canalizarán a través de la Fundación Sociosanitaria de Castilla-La Mancha (Fsclm).

Las subvenciones, según ha informado la portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, se dividen en cuatro modalidades, dependiendo del colectivo al que vayan destinadas. En primer lugar, se van a invertir 325.000 euros a programas de atención a la población reclusa con trastornos adictivos, con un máximo de 60.000 euros para cada uno de ellos.

«El objetivo es preparar a las personas recluidas para una vida lo más normalizada posible con apoyo social, laboral y familiar, de manera que tengan una oportunidad cuando hayan concluido su condena. Y, por otro lado, mejorar su calidad de vida en prisión, manteniendo su abstinencia o disminuyendo el consumo», ha afirmado.

La segunda línea de ayudas va dirigida a centros de actuación psicosocial y laboral con un importe de 1.950.000 euros y con una subvención máxima por proyecto de 650.000 euros, a las cuales pueden optar entidades sin fin de lucro que los gestionan. La finalidad, en este caso, es ofrecer una atención integral para «dar una oportunidad a las personas con un trastorno mental grave para rehabilitarse, recuperarse e intentar tener una vida autónoma y lo más normalizada posible a su vuelta a la realidad social», ha explicado Blanca Fernández.

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La tercera línea de ayudas, por importe de casi 5,4 millones de euros, está dirigida a financiar plazas en centros residenciales y en comunidades terapéuticas y consta a su vez de dos líneas. La primera destinada a financiar residencias comunitarias o centros sociosanitarios que están destinados a personas con problemas de salud mental grave y necesitan un espacio residencial propio para tener calidad de vida; la segunda línea es para financiar comunidades terapéuticas que están destinadas a personas con problemas adictivos.

Según ha apuntado la portavoz regional, estas ayudas también van dirigidas a personas con enfermedades crónicas que pueden estar en una situación de exclusión social, muchas veces viviendo en la calle y con una vida poco digna. En esos centros se promueve una atención integral y vivienda durante los 365 días del año con todas las necesidades cubiertas.

Y, por último, la cuarta línea de ayudas, con un importe de 325.000 euros, se destinará a programas de promoción, prevención y atención a la salud mental, que van desde la defensa de los derechos y la lucha contra la estigmatización hasta el asesoramiento jurídico para las personas afectadas y sus familias, así como actividades deportivas y de ocio.

A ello se suma el Plan de Salud Mental, aprobado hace unos meses por el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), que está dotado con 11 millones de euros, con otras cuatro grandes líneas de ayudas. En primer lugar, la sostenibilidad del sistema, el apoyo a los profesionales especializados, la atención integral y procurar un cambio de modelo para mejorar la atención.