Los caballos más antiguos de Iberia salen a la luz en el yacimiento de La Malia en Tamajón (Guadalajara)

Desde 2018, el equipo ha sacado a la luz herramientas líticas, huesos de animales con marcas de corte, utensilios de caza y restos de hogares prehistóricos. Pero esta última campaña ha ido un paso más allá.

«Estamos excavando en los niveles más antiguos del yacimiento, del periodo Auriñaciense, donde ya podemos identificar la presencia de los primeros Homo sapiens en la meseta«, explica Adrián Pablos.

Uno de los hallazgos más sorprendentes ha sido el análisis de ADN antiguo en restos de caballos prehistóricos. Gracias a estas muestras, se ha podido determinar que los caballos de La Malia son los más antiguos del linaje ibérico. Un linaje que posiblemente inspiró las famosas pinturas rupestres de Altamira y otros enclaves paleolíticos.

El yacimiento muestra una ocupación reiterada durante el Paleolítico superior. Los arqueólogos han identificado pequeños hogares con restos de carbón, huesos quemados y estructuras de combustión. Además, han aparecido herramientas en sílex y cuarcita especializadas en procesamiento de pieles y caza.

«Podemos reconstruir su día a día: cómo cazaban, cocinaban, se calentaban o procesaban la carne. Incluso sabemos qué comían: ciervos, caballos, bisontes o rebecos«, añade Pablos.

Un estudio tafonómico liderado por Edgar Téllez (CENIEH) ha confirmado que fueron humanos quienes procesaron los restos animales, lo que refuerza la idea de La Malia como un campamento estacional de cazadores que captaban recursos en la zona antes de desplazarse.

El valor de La Malia no es solo científico. El proyecto está generando una sinergia única entre investigación, divulgación y desarrollo rural.

Conferencias, jornadas de puertas abiertas y un fuerte vínculo con el Ayuntamiento de Tamajón han hecho que los vecinos se conviertan en aliados del proyecto. El Centro de Interpretación Arqueológica y Paleontológica (CIPAT), inaugurado en 2021, es hoy una pieza clave en la proyección del yacimiento.

«Queremos que la población local conozca y valore lo que tienen. Esta es su historia también», remarca Pablos en nota de prensa. Los investigadores aseguran que el potencial del yacimiento está lejos de agotarse. Los nuevos sondeos en el entorno ya han identificado posibles abrigos con condiciones ideales para futuras excavaciones, que podrían incluso llevarnos a cronologías anteriores, quizá incluso neandertales.

«La Malia solo está empezando. Si el apoyo institucional continúa, aquí hay trabajo para muchos años», afirma Pablos con entusiasmo. Con apoyo de numerosas universidades españolas y centros como el CENIEH, el CSIC o el Institut Català de Paleoecologia Humana, La Malia se ha ganado un lugar destacado en la comunidad científica internacional y en el corazón de Tamajón.