«Queremos que en 2025 Castilla-La Mancha sea una sociedad ‘Gigabit’»

Quien así habla es el director general de de Telecomunicaciones y Nuevas Tecnologías del Gobierno de Castilla-La Mancha, Alipio García. Cuenta que, cuando llega a pueblos y pedanías de esas zonas rurales para inaugurar las nuevas redes de 4G, fibra óptica o 5G, «a los alcaldes casi les preocupa más tener señal de telefonía móvil para poder llamar, ya que ni siquiera pueden comunicarse después de tantos años de evolución».

«Es cierto que muchas de esas aldeas tienen internet por ADSL, pero es muy precario», afirma García. La ley estatal existente que rige este particular se contenta con dar servicio de 1 mega en estas pedanías, «y así se cumple el expediente». Esto es algo que se encontraron al llegar al Gobierno en 2015 y, por eso, desde el principio del mandato se marcaron como objetivo que todos los castellano-manchegos tuviesen una conectividad equivalente al 3G o 10 megas.

A día de hoy, en junio de 2018, tanto los operadores como la Junta de Comunidades están trabajando en que esto sea así. Un trabajo que da continuidad al que ya desarrolló en su momento el presidente José María Barreda, quien puso en marcha en 2011 el proyecto Wimax para la extensión de banda ancha a zonas rurales de la región. Esto llevó internet de 2 megas con una red inalámbrica a más de 450 localidades de la región con una media de 100 habitantes.

En mayo de 2016, explica el director general, el actual Gobierno autonómico incrementó la velocidad de esa red a 5 megas y, en junio de este año, la ha subido a 10 megas en unas 220 localidades de esas 450 iniciales. «Y en 2020 -señala- tenemos el compromiso de llegar a 30 megas para todos los habitantes, una red y una inversión con la que queremos que en 2025 convierta a Castilla-La Mancha en una sociedad ‘Gigabit’».

«Como el caso de Las Rinconadas (Cuenca), hay muchas pedanías en Castilla-La Mancha, pero esta legislatura va a terminar con más del 99% de la población con 3G o 4G mediante la instalación de más 200 antenas repetidoras por toda la geografía castellano-manchega», asegura García, quien anuncia que en los próximos dos meses se van a instalar medio centenar de receptores 4G y el resto, en lo que resta de legislatura.

Pero este trabajo no es nada fácil, ya que el Gobierno de Castilla-La Mancha está teniendo que convencer a los operadores de telefonía de la necesidad de dar cobertura a las zonas rurales que más lo precisan. Además de las grandes compañías -Movistar, Orange, Vodafone y MásMóvil-, la novedad es que la Junta está llegando a acuerdos con empresas locales de la región.

«Con todas estas actuaciones, lo que buscamos es luchar contra la despoblación y fijar a los vecinos y a las empresas en las zonas rurales» , indica el director general. Así, cuenta que hace poco visitó Barriopedro (Guadalajara) -con 17 habitantes-, una de las pedanías de Castilla-La Mancha donde también se ha instalado una antena de telefonía. Gracias a ello, uno de sus vecinos, un desarrollador de software, va a poder quedarse a vivir y trabajar desde su casa.