«La pandemia del covid incrementó un 30% las llamadas de maltrato a nuestro teléfono gratuito»

La emergencia sanitaria vivida en 2020 por el covid ha desatado también la intensidad de las situaciones de violencia de género. El mayor tiempo de convivencia, el aumento de las tensiones en el hogar, el debilitamiento de las redes de apoyo y las dificultades para acudir a los centros de asistencia, han incrementado durante el confinamiento los casos de maltrato. ¿Cómo han afrontado esta situación?

Ha sido un año muy difícil en muchos sentidos para la sociedad en general por la pandemia del covid, pero aún más lo ha sido para las mujeres víctimas de violencia de género. A falta de datos oficiales del número de denuncias (facilitados por la Delegación del Gobierno), parece que no han aumentado pero eso no significa que no haya habido más casos de violencia de género. De hecho, si comparamos las llamadas que ha recibido nuestro número de atención gratuita, el 900 100 114, con respecto al mismo periodo del año anterior, éstas se han incrementado un 30% durante el confinamiento. Es más, hubo un pico la primera semana de abril donde se alcanzó casi el 60%. Y un dato más a tener en cuenta: desde el 1 enero al 31 octubre de 2020, las llamadas han subido un 11,58% en comparación con el mismo periodo de 2019.

¿Han reforzado la red de recursos de Castilla-La Mancha?

Sí. Nos dimos cuenta de que conforme íbamos avanzando en época de confinamiento cada vez había más mujeres que tenían necesidad de acudir a nuestros recursos de acogida. En Castilla-La Mancha teníamos hasta ahora 14 recursos de acogida que se distribuyen por las cinco provincias de la región. Hasta ahora teníamos plazas suficientes para atender tanto a mujeres como a los niños y niñas que acompañan a sus madres, pero ante la mayor demanda de ingresos en estos recursos, tanto la consejera de Igualdad como yo vimos que era necesario poner en marcha otro recurso extraordinario. De hecho, en la nueva convocatoria que hemos sacado para 2021/2022 ese recurso extraordinario también estará incluido y estará abierto hasta que haga falta.

¿Qué tipo de ayuda ofrecen estos recursos?

Se trata de recursos habitacionales donde se ofrece una atención integral e interdisciplinar a las mujeres que llegan para que se recuperen de la violencia que han ejercido sobre ellas y para que puedan recuperar su autoestima y autonomía. En Castilla-La Mancha tenemos 280 plazas en total. De este número, 90 son para mujeres y 190 para menores. En lo que llevamos de año, hemos atendido a 263 mujeres y a 221 menores gracias a nuestros recursos de acogida.

Asimismo, recordar que a los 84 centros de la mujer que hay repartidos por Castilla-La Mancha puede acudir cualquier mujer que necesite información, acompañamiento o asesoramiento tanto en el área jurídica como laboral, social o psicológica, pero no necesariamente tiene que haber sido víctima de la violencia de género, aunque ellas son nuestra prioridad. De las 105.571 consultas atendidas, el 20% han sido sobre violencia de género.

¿Cuál ha sido el tipo de violencia que se ha ejercido más en estos meses?

Violencia de género es la que se ejerce contra las mujeres por el simple hecho de serlo. Se ejerce todo tipo de violencia contra las mujeres. Está la violencia física, psicológica, sexual, económica... Hay diversas manifestaciones de la violencia de género. Hay veces que sobre una misma mujer se ejerce todo este tipo de violencia. El Ministerio de Igualdad publicó una macroencuesta de violencia contra la mujer en 2019, donde se desprendía que el 14,2% de las mujeres que han sufrido violencia por parte de la pareja o expareja ha sido física o sexual. Eso significa que hay 2.905.489 mujeres que han sufrido violencia física y/o sexual por parte de su pareja o expareja. Otros datos a destacar: el 31,9% de las mujeres españolas han sufrido violencia psicológica de control, emocional, miedo, y el 32,4% de las mujeres han sido víctimas de violencia total, tanto física y psicológica como sexual.

El empleo constituye un pilar básico para que las mujeres desempleadas víctimas de violencia de género puedan normalizar su vida. ¿Qué tipos de programas han puesto en marcha desde el Instituto de la Mujer?

Las políticas que se ponen en marcha en el ámbito laboral no solo parten del Instituto de la Mujer o de la Consejería de Igualdad, sino que es un tema transversal y en este caso la Consejería de Empleo, Economía y Empresas tiene mucho que decir. Todo el Gobierno tiene que poner en marcha políticas con perspectivas de género e igualitarias. En este sentido, el año pasado se puso en marcha un Plan de Empleo específico para mujeres víctimas de violencia de género con especial vulnerabilidad y, desde el Instituto de la Mujer, es muy importante nuestra área laboral, donde hay una profesional que asesora, informa y acompaña tanto en su búsqueda de empleo como en poner en marcha cualquier proyecto.

Castilla-La Mancha está a la vanguardia en políticas de prostitución pero también es, a la vez, la comunidad con mayor número de prostíbulos. ¿Cómo se explican estos datos?

Es cierto que en un momento ha habido un dato que se ha enquistado y que todo el mundo lo utiliza. Y es que en Castilla-La Mancha hay un número de prostíbulos mayor que en ninguna otra comunidad e incluso se hablaba que era del 80%. Pero esto no es cierto. Porque si fuera real en el resto de España no habría prácticamente ningún prostíbulo y todos estarían aquí. Es cierto que somos una comunidad de paso que estamos cerca de Madrid y hay un número demasiado importante, pero no es cierto que exista esa cifra tan alta en la región.

Castilla-La Mancha siempre ha estado a la vanguardia en políticas de igualdad de género y contra la violencia de género. Hemos puesto en marcha el programa «Libre» -empezó en junio y termina en noviembre- para mujeres en contexto de prostitución y víctimas de trata con fines de explotación sexual, porque dentro de nuestra ley las mujeres víctimas de trata también se incluyen como violencia de género. Pudimos comprobar que estas mujeres estaban en una situación bastante complicada y se pusieron en marcha ayudas económicas y una intervención social a través de cinco entidades que trabajan en Castilla-La Mancha.

El Gobierno de Castilla-La Mancha aprobó por unanimidad en 2018 la Ley para una Sociedad Libre de Violencia de Género, una normativa pionera que garantiza la protección y ayuda a las mujeres y menores víctimas de la violencia machista. ¿Qué ha supuesto para la sociedad castellano-manchega la aprobación de esta ley?

Ha supuesto un avance y una tranquilidad para la sociedad de Castilla-La Mancha y, en concreto, para las mujeres y más para aquellas víctimas de la violencia de género. Uno de los pasos que dimos con esta ley es que se adecuaba al convenio de Estambul, es decir, que no solamente contempla como violencia de género la que es ejercida por la pareja o expareja, sino todas las demás manifestaciones de violencia de género. Esto supuso un avance en ayudas e intervenciones de los recursos para todas las mujeres que sufren todos esos tipos de violencia de género, no solamente para las que lo sufren por sus parejas o exparejas. También blindamos todos estos recursos y ayudas.

Los hijos de las mujeres víctimas de la violencia machista son las otras víctimas. ¿Cómo les protege esta ley?

Incluimos ayudas económicas para los niños y niñas que han quedado huérfanos por el asesinato de sus madres. Son también víctimas, están conviviendo en un hogar donde se está ejerciendo el maltrato a su madre por parte de quien más los tenía que querer o proteger, el propio padre o la pareja por lo que procuramos que no haya desamparo entre esos menores. Y, a parte de estas ayudas económicas, también tenemos un programa de atención psicológica que ha aumentado de presupuesto para que ningún menor que sea víctima de violencia de género o viva en un ambiente de violencia quede desatendido. Es un programa muy importante que en 2019 atendió a 184 menores. Tenemos que procurar que esos niños y niñas estén protegidos por parte de las administraciones y por parte del Gobierno de Castilla-la Mancha que nadie tenga la menor duda de que vamos a continuar con nuestro trabajo.

La clave para la lucha contra la violencia de género empieza en la educación y es precisamente el colectivo de los jóvenes donde cada vez se dan más casos de violencia hacia la mujer. ¿Qué medidas se están llevando a cabo para que calen en los jóvenes?

La educación es lo principal. Tenemos que educar en igualdad, sensibilizar y concienciar contra la violencia de género, y se empieza desde edades muy tempranas, concienciando a los niños y a la juventud de que todos somos iguales y que hay que luchar contra la violencia de género. Hemos realizado muchas acciones no solo por parte del Instituto de la Mujer, sino también por parte de la Consejería de Igualdad y de la Consejería de Educación, que inciden en esta educación a los niños y niñas en edades tempranas y a la población joven.

Hoy en día, hay veces que la población joven todavía sigue pensando en el mito del amor romántico, en la media naranja o en que la violencia de género se da por factores externos como el alcohol o las drogas. Pero hay una violencia también de control de los móviles y a la hora de publicar ciertas fotografías. Tenemos que seguir trabajando para que la gente joven se dé cuenta de que esos estereotipos hay que cambiarlos.

¿Qué capacidad tienen las administraciones para frenar todo esto?

Para promocionar la igualdad y luchar contra la violencia machista primero tienes que tener claro qué quieres trabajar por la igualdad de género. No solamente con palabras, sino también tienes que estar concienzado como gobierno y tener un presupuesto para políticas de igualdad y violencia de género. De hecho, estos presupuestos han ido aumentado desde el año 2015. Hay más dinero para los recursos de acogida, centros de la mujer, programas de ayuda psicológica para menores, es decir, ha aumentado el presupuesto de una manera considerable.

En una comunidad eminentemente rural como es Castilla-La Mancha, el Gobierno puso en marcha hace un año el Estatuto de las Mujeres Rurales para permitir la igualdad de las mujeres dentro de las cooperativas de nuestra región. ¿Cómo ha evolucionado el papel de la mujer rural en los últimos años?

Castilla-La Mancha es una comunidad rural y en ella viven muchas mujeres y tenemos que actuar y poner políticas en marcha porque ellas son las que fijan población. Tenemos que hacer todo lo posible para que esas mujeres no se vayan a las zonas urbanas. Como bien decía, hace un año se aprobó en las Cortes la ley del Estatuto de las Mujeres Rurales con la que se dio un gran paso para conseguir esa igualdad de las mujeres rurales con respecto al resto de mujeres de Castilla-La Mancha, y también para que se dé la obligación de que existan mujeres en puestos de liderazgo. Esto es importante porque existe una segregación vertical que afecta a todas las mujeres, es decir, que nos impide acceder a los puestos más altos. Pero si a nosotras nos es difícil en general acceder a estos puestos, a las mujeres que viven en el entorno rural todavía les es más complicado. Por ello, era muy importante que en ese estatuto quedará reflejado que debía haber un aumento de mujeres en puestos de responsabilidad. Actualmente, el 25% son socias de las cooperativas, pero solo el 9% están dentro de la dirección y el estatuto contempla que tiene que haber un 40% de mujeres. Por eso hay que ayudar a las mujeres rurales a que se consiga romper esa segregación vertical que impide que accedamos a los puestos de trabajo.

Este 25 de noviembre, día internacional contra la violencia de género, tenemos que hablar de «Implícate, contra la violencia de género», la nueva campaña del Gobierno de Castilla-La Mancha para luchar contra esta lacra. ¿Cree que falta implicación por parte de la sociedad?

Primero recordar que, desde el 2003 (año en el que se empiezan a contabilizar mujeres asesinadas por parejas o exparejas) 1.074 mujeres han sido asesinadas en España y en 2020 van 41. De las 1.074, 46 han sido asesinadas en Castilla-La Mancha y 37 han sido menores (desde 2013), 4 en la región. Este año ha sido horrible en Castilla-La Mancha, con 3 mujeres asesinadas y no me quiero olvidar de Nancy, que era vecina de Ciudad Real pero fue asesinada en Santander (Cantabria).

Por lo tanto, tenemos que implicar a toda la ciudadanía y todos tenemos que ser conscientes de que no hay que dar un paso atrás porque la violencia de género existe y no solo son los asesinatos, que son la punta de iceberg, sino que debajo hay miles de mujeres que sufren otros tipos de violencia.