La mina romana «La Condenada» de Cuenca reabre al público tras el parón invernal

La mina fue explotada en el siglo I para extraer «lapis specularis» o espejuelo, el yeso que los romanos utilizaron por su transparencia a modo de vidrio, y que desde diversos puntos de lo que ahora es la provincia de Cuenca se exportaba a todo el Imperio.

La mina se abrió a finales de octubre y en tan sólo un mes recibió 150 visitas, según informa el gestor turístico de «La Condenada». Tras respetar el período de hibernación de una especie protegida por la normativa española y europea, el murciélago, reabrirá el Miércoles Santo para poder realizar visitas por su recorrido, que ronda el kilómetro de longitud.

Según sus gestores, la mina ha permanecido prácticamente «inalterada» desde su explotación en los tiempos del Imperio Romano, y es una «trama laberíntica» de tres niveles conectados entre sí.

La ruta guiada, que se realiza con mono, casco y frontal de luz, tiene una duración aproximada de dos horas e incluye un recorrido exterior por el complejo minero romano de «lapis specularis» llamado «Las Obradás» , así como por el interior de la propia mina.

Está situada a 30 kilómetros del Parque Arqueológico de Segóbriga, en el término municipal conquense de Saelices y es «uno de los conjuntos mineros de «lapis specularis» más extensos e interesantes de Castilla-La Mancha».

Con su apertura en octubre la mina de Osa de la Vega se ha sumado a otras explotaciones de espejuelo que están abiertas al público, como las de Torrejoncillo del Rey y Saceda del Río.

Los horarios de visita son los sábados, en horario de mañana y tarde, y los domingos por la mañana, pero también está abierta de lunes a viernes para colectivos y grupos organizados.

Según sus gestores, un cinco por ciento del precio de la entrada se destina al proyecto «ArqueoMiau» a favor de los animales abandonados, que se eleva al diez por ciento para quienes vayan con su mascota.