Manzanares se tiñe de color con el pregón de Paco Clavel

Las nubes y la amenaza de lluvia que este domingo tiñeron de gris Manzanares se tomaron un respiro a mediodía y dieron paso al color del II Summer Rainbows organizado por el Ayuntamiento para, en un ambiente festivo y de tolerancia, plural, diverso y para todos los públicos, reivindicar la dignidad del colectivo LGTBI (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales). Las actividades comenzaron con una bulliciosa manifestación que discurrió desde la plaza del Gran Teatro hasta el parterre del Río. Tras la pancarta arco iris, la representación municipal estuvo formada por Beatriz Labián, Esther Nieto-Márquez, Gemma de la Fuente y Miguel Ramírez , todos ellos del equipo de gobierno. La Batukada Crash puso el ritmo.

«Nos manifestamos por la igualdad de derechos y el respeto a la diversidad, y vamos a continuar trabajando, debatiendo, mostrando y celebrando la diversidad porque queremos un Manzanares diverso e igualitario y no vamos a parar hasta conseguirlo», resaltó la portavoz del equipo de gobierno. Desde el quiosco de música del parterre del Río, epicentro de la celebración de este año, Beatriz Labián dijo que el camino por recorrer en esta lucha es aún largo ya que existen países donde ser homosexual es delito, donde se niega el derecho a amar libremente y a la propia identidad sexual.

También se refirió al miedo al rechazo y a la discriminación que se vive en países como el nuestro, con más garantías de derechos, pero donde muchas personas no pueden permitirse la aceptación pública de su propia condición sexual. «Debemos promover la tolerancia y la normalización, desterrar estereotipos y estigmas, y desde las instituciones debemos trabajar por eliminar la discriminación y la intolerancia», señaló en su discurso, en el que también enmarcó celebraciones como este Summer Rainbows en las movilizaciones que hay en todo el mundo estos días «para defender la dignidad del colectivo LGTBI y visualizar las barreras existentes para el pleno ejercicio de su condición o su identidad sexual».

La educación como «arma muy poderosa» para que desde pequeño se aprenda el respeto a lo diferente, o que algo tan privado como la condición sexual nunca sea un estigma o un «arma arrojadiza», también formaron parte del discurso de Labián, que con este acto dijo que Manzanares aporta su granito de arena a la manifestación del orgullo más grande del mundo que se va a celebrar en Madrid y trasladó «el firme compromiso» del Ayuntamiento con la libertad y la dignidad «de todos los seres humanos, con independencia de su sexo, raza, religión o condición sexual». «En una palabra, exigimos tolerancia» concluyó la portavoz.

El pregonero del II Summer Rainbows de Manzanares respondió a las expectativas. Con un llamativo y floreado traje, sobre dos plataformas, y con colorida boa al cuello, Paco Clavel hizo un reivindicativo discurso tras agradecer al Ayuntamiento «su actitud progresista» y esta iniciativa «verano arco iris» de apoyo a la lucha «por la tolerancia y la igualdad de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales».

Clavel, que interactuó en todo momento con el público, proclamó la fiesta del orgullo como necesaria para divertirse «sin olvidar que estamos aquí también para reivindicar esa igualdad que se nos negó durante mucho tiempo». Dijo que debe ser una denuncia contra la homofobia en la calle y en países donde gays, lesbianas, transexuales y bisexuales están perseguidos y son castigados. También se manifestó contra el acoso que aún sufren en colegios o en lugares pequeños donde las cosas son más difíciles que en las grandes ciudades. «La normalización debe llegar a todos los lugares», pidió el pregonero.

No faltó su recuerdo a quienes, en muchos países, han luchado por la igualdad y normalización de la homosexualidad y transexualidad, como Jean Genet y Colette en Francia, Pier Paolo Pasolini en Italia, Óscar Wilde en Inglaterra o García Lorca, Miguel de Molina y Gloria Fuertes en España, donde se castigó a los homosexuales en época franquista por la ley de peligrosidad social. Clavel hizo especial hincapié en el colectivo de mujeres, «menos visibilizadas y que siempre han sido un motor de lucha para el colectivo».

Por encima de todos, Paco Clavel quiso que el protagonista del pregón fuera un manzanareño, amigo suyo de la época de la Movida Madrileña, que fue «un artista del diseño y de la moda» que marcó una época: Manuel Piña. «Reivindicó la diferencia con su arte, su exquisita personalidad y su sentido del humor muy manchego», recordó el pregonero

Finalmente, antes de poner a cantar y bailar al público con «Tengo el corazón contento» y con «A quién le importa», Paco Clavel envió un beso «a nuestros hermanos heteros» y lanzó vivas por Manzanares, por la fiesta, por la igualdad y por la libertad.