El Langui propone una «asignatura de la empatía» para frenar el acoso escolar

En declaraciones a los periodistas momentos antes de participar este sábado en una conferencia en Puertollano organizada por la Federación de APAS de Ciudad Real Alfonso X El Sabio y el Ayuntamiento, el artista ha abogado por una reducción de las ratios de alumnado para mejorar la motivación de cada niño.

En este sentido se ha detenido en la conveniencia de que se implante desde edades tempranas una asignatura de una hora semanal «en la que solo se incentiven valores como la empatía, la lucha contra la injusticia y el sentimiento hacia otro compañero». «De este modo se reducirá el acoso escolar, pero también vamos a generar una sociedad de jóvenes con un sentimiento muy potente que tendrá incorporado de serie unos valores de solidaridad».

Para Montilla, es primordial potenciar esa empatía hacia los demás, «hacia un compañero que no es amigo». Así, ha subrayado la importancia que en los casos de acoso tiene «el testigo» que, con su pasividad o incluso su aquiescencia, acicatea al acosador «riendo las gracias o grabando con su móvil las escenas de bullying».

Por otra parte, el cantante ha lamentado que la sociedad esté perdiendo unos valores de superación y esfuerzo que ya no se transmiten de padres a hijos, y ha alertado del fuerte componente de «individualidad» que impera en las relaciones personales y, de manera más pronunciada, en el entorno de las redes sociales. «La sociedad, las grandes multinacionales, nos están vendiendo otra cosa, y ahora lo que destaca es el yo, el vencer a los demás y ser el primero», ha afirmado.

« Ahora solo vale el 'yo molo más que nadie' , el hacerse la foto en las redes, lo que no deja de ser un reflejo de lo que están haciendo los mayores», ha aseverado el artista, al tiempo que ha advertido de la dejación de algunos padres que apenas dedican tiempo a la comunicación con sus hijos. «Tenemos que hacer un esfuerzo para conocer a los hijos en nuestras casas pero también fuera de nuestro sitio de confort», ha insistido.

En este contexto ha señalado que es muy importante que los progenitores conozcan el comportamiento de sus hijos en el entorno escolar, «saber cómo juegan en el recreo o en el parque para evaluar la conducta de los pequeños, asumirla con realismo y, en su caso, adoptar las medidas apropiadas».

También pide a los maestros que se impliquen más con los alumnos, más allá de su estricta función profesional, «porque al final quienes pasan el mayor tiempo del día con nuestros hijos son ellos y conocen mejor que nadie los comportamientos del grupo».

«Hay veces que hay que dejar el libro o la raíz cuadrada aparte y hablar de los casos de maltrato para sacar empatía a los alumnos, escucharles, hablar con ellos e indagar en el origen de sus relaciones», ha concluido.