Los funcionarios de las cárceles se concentran por las agresiones que sufren

Según los sindicatos, el seguimiento de la huelga ha sido de «un 80 por ciento de los trabajadores que han podido», ya que hay empleados que están en los módulos internos o en cocina que no pueden abandonar su puesto de trabajo a pesar de que estén de acuerdo con las reivindicaciones.

José Carlos Tóvar, representante del sindicato Acaip en la cárcel de Cuenca, donde se han concentrado una treintena de trabajadores, ha explicado a Efe que la situación ha ido a peor debido a la falta de personal y de recursos especializados en prácticamente todas las cárceles del país para atender a los internos con problemas mentales.

La cárcel de Cuenca es «pequeña, con mucha interacción» entre presos y trabajadores. El representante sindical exige que se les reconozca como agentes de la autoridad o que estas agresiones supongan un incremento de la pena a los internos que las cometen.

Por su parte, en Alcázar de San Juan han sido una veintena de trabajadores los que han realizado el paro, sobre todo los que están en oficinas.

Respecto a la prisión de Herrera de la Mancha, los sindicatos recuerdan que dos funcionarios sufrieron heridas de consideración tras un grave altercado el pasado 17 de junio, a lo que se suman insultos y vejaciones y un aumento de las agresiones entre internos.

Esta prisión, que tiene unos 400 internos, tiene una relación de puestos de trabajo «obsoleta», según los sindicatos, y tiene sin cubrir unas 40 plazas, lo que se agrava con los 55 años de media de edad de los funcionarios.

A nivel nacional, los sindicatos exigen un incremento de la plantilla, ya que hay más de 3.400 vacantes sin ocupar y un 15 por ciento menos de efectivos de los que debiera de haber.