Una «falsa pediatra» roba un bebé del hospital de Guadalajara

Esta historia, que bien podría ser el guión de una película, es la que narraron el subdelegado del Gobierno en Guadalajara, Ángel Canales, y el comisario jefe de la Policía en la provincia, José Arroyo. Comparecieron en una rueda de prensa posterior a los hechos junto con el padre de Daniel, José Ignacio, todavía con cara de circunstancias.

Las autoridades quisieron salir al paso de tanta rumorología que se estaba difundiendo por redes sociales sobre el caso de este bebé raptado. Al mediodía ya corría como la pólvora por distintos medios una imagen, captada por el circuito interno de televisión del hospital, en la que se veía a una mujer morena, vestida con un jersey grueso de color claro y una bufanda, que llevaba un bebé en brazos. Incluso se llegó a difundir una fotografía del recién nacido con un gorrito.

La rueda de prensa, convocada para las 14.30 en la comisaría, sirvió para tranquilizar a todo el mundo. La historia había acabado con un final feliz.

El caso se había resuelto en poco más de tres horas , el tiempo que transcurrió de las diez de la mañana —hora a la que desaparece el niño— hasta minutos después de las 13.00 horas, cuando la raptora fue detenida por la Policía Nacional. Sus agentes, que contaron con la colaboración de policías locales y guardias civiles, trabajaron contra reloj y con el tiempo en su contra.

La detenida estaba en su casa de Cabanillas del Campo —población ubicada a diez kilómetros de Guadalajara—. Otra mujer, la farmacéutica Marta Guerra, puso a la policía sobre una pista clave: a las 10.42 había entrado en su oficina una señora muy parecida a la que se veía en una fotografía distribuida por la policía entre los farmacéuticos de los alrededores.

Marta es una de las dos titulares de la farmacia Cabanillas CB, adonde la raptora entró «muy nerviosa y pidió con prisas varias cosas, entre otras una leche en polvo que ya no está en el mercado». Esto le hizo sospechar de esa cliente, que esporádicamente iba a comprar. Marta avisó a la policía, que, en poco más de media hora, pudo centrar la búsqueda en Cabanillas. La información de otro vecino, quien conocía el caso de una mujer que perdió un bebé recientemente, llevó a la vivienda de la sospechosa. Nerviosa y llorando, les abrió la puerta y lo negó todo en un principio . Sin embargo, los agentes encontraron a Daniel, sano y salvo, en la casa.