Efecto del pacto PSOE-Podemos: echar al PP de los Presupuestos

El parlamentarismo español dicta que la oposición presidirá la Comisión de Presupuestos, la ley más importante. Pero el PSOE removió ayer de ese puesto al PP y expulsó a otros once de sus diputados en medio de una bronca monumental más propia de la calle que de una cámara política.

El presidente de las Cortes, el socialista Jesús Fernández Vaquero, acusó al partido de María Dolores de Cospedal de torpedear el trámite para votar el proyecto económico. Se colocó en el sillón que hasta entonces ocupaba Lorenzo Robisco y acabó echando a casi todo el grupo. Los populares acusaron al PSOE, aliado ahora con Podemos en el Gobierno, de actuar al «estilo venezolano». Y hablaron de «dictadura».

Para entender lo que está ocurriendo ahora, hay que remontarse al bloqueo que Podemos hizo a los Presupuestos en abril. Tras meses de fallida negociación, García-Page, en un último intento por aprobarlos, ofreció al partido morado el caramelo de gobernar junto s. Y los podemitas, pese a la profunda división interna, aceptaron gobernar con el PSOE. Ambos suman un diputado más que el PP y tienen mayoría absoluta en las Cortes.

En principio, ningún problema para sacar adelante las cuentas. Sin embargo, el tiempo apremia. Lo avanzado del calendario hizo que el gobierno de izquierdas fijara el 31 de agosto como tope para la aprobación de los Presupuestos de 2017.

La fecha no es baladí, pues la medida estrella de estas cuentas es la ampliación del contrato de los profesores interinos durante los meses de verano . Y el Gobierno necesita aprobarlas antes de que inicie el nuevo curso escolar.

En este contexto, el pasado 14 de agosto los diputados de PSOE, Podemos y algún miembro del Gobierno regional abandonaron la comisión que debatía las enmiendas parciales a los Presupuestos por entender que el PP, que ostentaba la presidencia de este órgano, la estaba ralentizando.

La comisión se reanudó ayer y antes de la sesión el presidente de las Cortes se amparó en el reglamento para destituir al popular Lorenzo Robisco y ponerse él mismo como presidente de la comisión, lo que desató el tremendo enfado del PP, que vio como once de sus catorce diputados fueron expulsados de la sala.

«Esto es una situación sin precedentes. En todos los parlamentos de España la presidencia de la comisión de Presupuestos la ostenta la oposición . Es una situación de impotencia y de dictadura», denunció Robisco a ABC. El popular explicó que, en todo caso, esa medida drástica «era innecesaria» porque la izquierda ya ostenta la mayoría absoluta. «Se ha descubierto que somos unos conejillos de Indias y que Castilla-La Mancha la están utilizando para ver qué pasa luego en España», añadió.