La capilla ardiente de Dámaso González se instala este domingo en la plaza de toros

Se lo ha llevado por delante un rápido cáncer de huesos. Muchos ni siquiera sabían que estaba enfermo, y ayer la escultura que Pedro Requejo le hizo frente a la plaza de toros de «La Chata» se llenó de flores como postrero homenaje a uno de los suyos.

Este domingo su «Chata» abrirá las puertas y por una vez no se verán toros. Allí se instalará la capilla ardiente de Dámaso. Después, a las 13.15 horas, se oficiará una misa funeral en la catedral de Albacete . El torero deja mujer, Feli Tarruella, y cuatro hijos: Marta, Sonia, Elena y Dámaso.

Lo que es la vida (y la muerte): Dámaso González vino al mundo el 11 de septiembre de 1948, en plena feria de la Virgen de los Llanos, cuyas tantas tardes toreó, probablemente el que más, y se va cuando quedan menos de dos semanas para que Albacete celebre la feria del centenario de su plaza.

En ella vistió por primera vez el traje de luces el 27 de agosto de 1966 y en ella toreó en público por última vez el 8 de octubre de 2011. Ocurrió en un festival a beneficio de la familia del subalterno Manuel Montoya y fue algo inesperado. Estaba Dámaso sentado en la barrera cuando se le pidió que saltara al ruedo y enseñara a los que nunca le habían visto qué era torear con temple. Las tres tandas que le pegó al novillo en vaqueros y jersey no las va a olvidar nadie. Merece la pena verlo en Youtube .

Aparte de la feria, Dámaso tenía dos citas ineludibles, solidarias ambas: la corrida de Asprona y el festival del Cotolengo. En el resto de la provincia también toreó mucho y vivió las dos caras de la fiesta. La cornada más grave la sufrió el 7 de mayo de 1972, en Almansa, cuando un toro de Pío Tabernero le hirió en el triángulo de Scarpa. 21 años después, en Tarazona de la Mancha, indultó a «Pestillito», de Samuel Flores , algo que entonces estaba prohibido y por lo que fue propuesto para sanción gubernativa.

La muerte de Dámaso ha hecho que la CMM, la televisión regional, altere su programación para emitir dos programas dedicados al torero: uno sobre su ganadería, que se anunciaba con el nombre de su hija Sonia, y otro con una semblanza del fallecido.

Como es lógico, numerosas personalidades de la región mandaron su pésame a la familia, entre ellas García-Page y Cospedal.