El bancero, protagonista en la Semana Santa de Cuenca
Es un cargo «autóctono» que se dedica a portar las imágenes que recorren las calles de la ciudad durante las procesiones
La Semana Santa de Cuenca, declarada de Interés Turístico Internacional y que cuenta con casi 500 años de antigüedad, cuenta con una figura trascendental: la del bancero, un cargo «autóctono» que se dedica a portar las imágenes que recorren las calles de la ciudad durante las procesiones de esta festividad y que, ante la demanda existente para ser uno de ellos, se subasta en casi todas las hermandades por precios que oscilan entre los 100 y los 2.000 euros.
«El término bancero se utiliza solo y exclusivamente en Cuenca. Es la persona que porta el paso poniendo su hombro bajo los varales o palos --banzos-- que sujetan las andas», apunta en una entrevista con Europa Press el representante de la Hermandad Ecce Homo de San Miguel, Carlos Redondo --uno de los aproximadamente 1.500 banceros con los que cuenta esta celebración en la ciudad --.
Redondo insiste en que los banceros «no son costaleros», porque en todas las procesiones de Cuenca, «su idiosincrasia, es que todos los pasos se llevan a hombro, no hay ninguno que se lleve a costal o en carro». «Todos somos banceros, es una cosa autóctona de aquí», remarca el portavoz del Ecce Homo de San Miguel, hermandad que preside el pregón de la Semana Santa en Cuenca desde el año 1980.
En el caso de su hermandad, que cuenta con alrededor de 1.100 hermanos, Carlos apunta que se subastan entre 28 y 30 cargos de bancero a una media «de 700 euros cada uno de ellos» , y sostiene que lo habitual es que la mayoría de los banceros participe en varias hermandades de la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Cuenca, por lo que pujan en diversas subastas por estos cargos.
Un estilo de vida
«Hay otras subastas mucho más altas, por ejemplo, en la procesión del Camino de Calvario (la conocida procesión de Las Turbas), el Jesús de las Seis o el de San Juan están en una media de 2.000 euros cada persona. La gente no lo entiende, dicen que pagamos por sufrir», dice Redondo, que asegura que esta devoción es «un estilo de vida, una forma de vivir que has tenido que mamar para entenderlo» y por la que se llegan a sacrificar «puentes o vacaciones con tal de poder llevar a tu imagen».
En este sentido, subraya que «hay muchas personas más que quieren salir como bancero que puestos disponibles, de ahí las subastas y las altas cantidades que se manejan en la Semana Santa», y añade que, además de este cargo, se subasta otro tipo de cosas representativas de esta Semana Santa como los estandartes, los faroles, el libro de estatutos, los hachones u otros puestos como el del velero, la persona encargada de mantener encendida la vela que portan los nazarenos en señal de penitencia.
Con el dinero que cada hermandad consigue con estas subastas, un porcentaje se destina a la Junta de Cofradías --un 15% actualmente -- con el fin de sufragar los gastos que atañen las propias procesiones de Semana Santa --bandas de música, seguridad-- y, otra parte, se destina a la propia actividad de la hermandad como la restauración de las andas de los pasos, su mejora con la adquisición de enseres o incluso para disponer de una propia sede, además de a su participación en obras sociales como las recogidas de alimentos que realizan durante el año.
En cuanto a los pasos más «duros de llevar --físicamente--», Redondo destaca el de la procesión del Miércoles Santo, en la que alrededor de 70 banceros engalonados con un fajín y sus horquillas --un utensilio de madera que les sirve de ayuda en su caminar-- llevan a hombros sobre una almohadilla (como en el resto de procesiones) y un paso con cuatro banzos la imagen de la Santa Cena, en la que se representa a Jesucristo y sus doce apóstoles. También, este día, en el que se realiza la procesión del Silencio , el Ecce Homo de San Miguel hace lo propio con el Señor de San Miguel.
Activo papel de la mujer
El representante de la hermandad, remarca también «el relevante papel» que afirma han ido adquiriendo las mujeres en las últimas décadas en la Semana Santa conquense ya que, de dedicarse más a labores de preparación de túnicas o capuces, han pasado a tener un papel más activo y salir como banceras y en otros puestos en las procesiones. «Son unas grandes impulsoras del reconocimiento que tiene hoy en día la Semana Santa en Cuenca» , asevera Redondo.
Un reconocimiento que este año se verá plasmado con la retransmisión en directo por Televisión Española (TVE) de la procesión de Las Turbas y la del Viernes Santo en Castilla-La Mancha Media (CMM). Asimismo, todas las procesiones, a las que espera que este año «respete el buen tiempo», serán retransmitidas en directo a través del portal de la Junta de Cofradías de Cuenca.
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