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Ahorrar agua gracias a la nanotecnología

Finca Antigua, una bodega de Los Hinojosos (Cuenca), ha conseguido reducir un 50% su consumo de agua gracias a la utilización de esta nueva tencnología

Sistema de riego por goteo en uno de los viñedos de la bodega Finca Antigua, en Los Hinojosos (Cuenca) Finca Antigua
Mariano Cebrián

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Finca Antigua , la bodega de Familia Martínez Bujanda ubicada en Los Hinojosos (Cuenca), lleva tres años de cultivo vitícola con el uso de nanotecnología para optimizar los recursos hídricos de la finca. Se trata de una tecnología que ha supuesto un significativo ahorro en el consumo de agua. Esta cuantificación alcanza un 50% de ahorro, además de reducir de forma sustancial la cantidad de lodos acumulados en las balsas .

La bodega cuenta con una extensión de 421 hectáreas de viñedo y prácticamente el total de la explotación es de regadío a excepción de alguna parcela de secano. En los últimos años, la pluviometría de la zona que se situaba en torno a los 400 milímetros de media, se encuentra rozando los 300 litros, un 25% menos, por lo que «el ahorro de agua se ha convertido en un aspecto esencial», apunta Lauren Rosillo, director técnico de las bodegas de Familia Martínez Bujanda.

Finca Antigua aplica a sus cultivos la tecnología ASAR, con la que ya se ha ahorrado 400.000 metros cúbicos de agua al año . Este sistema, según explica, actúa físicamente sobre el agua emitiendo un quantum que interactúa con los puentes de hidrógeno. Como consecuencia, se reduce el tamaño de los grupos de moléculas, lo que aumenta la capacidad de penetración del agua en el suelo.

De esta forma, aumenta su capacidad de disolución y reduce tanto su punto de ebullición como su permeabilidad. Se trata de un agua menos densa, que es más fácilmente absorbida y aprovechada por la planta, además de disolver mejor los nutrientes en el suelo, por lo que está menos expuesta a la evaporación y alimenta de forma más eficiente a la planta.

En 2015, recuerda Rosillo, «se instalaron equipos injertados en seis ramales portagoteros de una parcela y se realizó un estudio con el que se concluyó que el riego con agua tratada con nanofrecuencias proporcionaba al agua mayor fluidez y ligereza, siendo de esta forma más eficiente para la planta».

Con la utilización de esta tecnología, destaca el director técnico, «se consigue, de forma colateral, la eliminación total del lodo acumulado en las balsas y una mejora de la circulación del agua en las tuberías . Además, los trabajos se realizan en menos tiempo, con lo que esta técnica supone no solo un ahorro en costes de limpieza sino también en tiempo de ejecución».

En la actualidad, toda la finca tiene ya instalada estas mejoras y los resultados cosechados están siendo muy positivos. La aplicación de la nanotecnología ha permitido a la bodega conseguir un ahorro en el consumo de agua del 50% y una mejora en la calidad de las uvas obtenidas por la eficiencia fotosintética lograda con esta agua. Por eso, concluye Rosillo, «la idea es ampliar ahora el uso de la nanotecnología a otros terrenos del grupo, como la Finca Montepedroso, situada en Valladolid».

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