El Rey recuerda ante Pedro Sánchez que en la zona cero de la dana «queda mucho por hacer»

La de esta mañana era una celebración importante para las Fuerzas Armadas porque se celebró la Pascua Militar, la ceremonia castrense más solemne que preside el Rey todos los 6 de enero, en la que ensalza a las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil y con la que se conmemora que Carlos III, en 1782, recuperó el puerto de Mahón.

Como ya hizo en su mensaje de la pasada Nochebuena —donde también se dirigió a los españoles desde el Palacio Real— Felipe VI dedicó gran parte de su discurso a la «dana devastadora» que el pasado 29 de octubre dejó 223 víctimas mortales «y redujo a escombros barrios enteros» en varias zonas de España y especialmente en la Comunidad Valenciana. El Rey puso de nuevo en valor el importante papel del ejército como «elemento esencial de la acción del Estado» desde el primer día y hasta ahora, cuando ya han rotado 25.000 militares para trabajar en las labores de recuperación y todavía hay 8.304 efectivos desplegados. «La tragedia ha vuelto a poner de manifiesto el valor de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad como elemento esencial de la acción del Estado y como apoyo a las administraciones públicas ante cualquier emergencia», afirmó el Rey.

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En la mañana posterior a la cabalgata de los Reyes Magos, donde muchos militares ejercieron de pajes reales en las zonas afectadas por la riada en la Comunidad Valenciana repartiendo caramelos y regalos a los niños, Don Felipe destacó que la misión de las Fuerzas Armadas en la dana «seguramente sea la mayor operación militar, especialmente logística, en territorio nacional y en tiempo de paz» que se ha realizado hasta ahora.

«Habéis participado —desde la Unidad Militar de Emergencias y la Guardia Civil, a numeroso personal y material de casi todas las unidades de las Fuerzas Armadas— en tareas de búsqueda y rescate, atención a la población y acondicionamiento de infraestructuras», dijo el Rey a los militares, al tiempo que recordó que han realizado «en zonas de difícil acceso» intervenciones médicas y reparto de alimentos, mientras otras unidades retiraban «escombros, vehículos y lodos en garajes, calles y alcantarillas». Subrayó el «apoyo psicológico a los afectados» y la labor de los militares «patrullado barrios y pueblos» para dar «seguridad y tranquilidad» a los vecinos.

Ante Pedro Sánchez, quien recibió algún pitido y abucheo aislado al llegar al Palacio Real, Don Felipe advirtió a los militares que en las zonas afectadas por la dana, que él mismo ha visitado en cinco ocasiones, «queda mucho por hacer» y recalcó el «espíritu de servicio» de todos ellos, que «no se quiebra ni por el ingente trabajo realizado, ni por la conciencia de lo que resta por hacer». Reconoció que es consciente «del enorme esfuerzo» que ha supuesto la dana para los militares, pero también «la satisfacción» que han sentido al «cumplir con el deber» y con su «máxima vocación de servir a los españoles, de defenderlos, y de ayudarlos también ante graves riesgos».

Don Felipe recordó a los mandos militares que este lunes se reunían para «un homenaje debido a los hombres y mujeres» que integran «la familia castrense» y que «no ahorran un ápice de esfuerzo ni de compromiso en nuestra defensa y seguridad, en el servicio a España».

Junto a él, siguiendo con atención su intervención, se encontraba la Princesa de Asturias, vestida con el uniforme de guardiamarina de primer curso de la Escuela Naval Militar de Marin. A escasos dos días de embarcar en el buque-escuela Juan Sebatián de Elcano, el Rey le dirigió unas palabras, cuando está a punto de iniciar su XCVII crucero de instrucción, una «experiencia» que, como señaló Don Felipe, quedará entre sus «mejores recuerdos de formación militar».

«La mar es un aprendizaje y desafío permanente, en ocasiones intransigente y crudo, sin margen para excusas; y el continente americano —sus países, sus costas y culturas, que empezarás a conocer, con tanta huella española— te enseñará mucho de lo que fuimos y también somos», le dijo el Rey a la Princesa. Y añadió: «Te deseamos, que aprovechéis al máximo -tú y tus compañeros y compañeras- el conocimiento y la experiencia marinera y humana que ofrece este viaje; porque os seguirá valiendo, como me ha valido a mí, para toda la vida».

Felipe VI puso en valor el trabajo de las Fuerzas Armadas «más allá de nuestras fronteras» y que «contribuyen también a la paz y la estabilidad» de países como Ucrania, las regiones del Báltico, Líbano, Irak, Senegal, República Centroafricana, Mozambique, Somalia, Yibuti, el golfo de Guinea o el Sahel. Reconoció que «la labor en las operaciones y ejercicios en el exterior refuerza la posición de España en un marco geopolítico complejo e impredecible» y «nuestro prestigio como miembro de la Alianza Atlántica» y la «firme adhesión» de España «a los principios y valores que se recogen en los grades textos que vertebran la comunidad internacional».

Recordó el Rey al contingente de Fuerzas Armadas y Guardia Civil desplegado en la FINUL (Líbano), que «sigue desarrollando los cometidos que se recogen en la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas», pese al «marco de gran tensión y conflicto abierto» que se vive en Oriente Próximo. Mencionó «los diversos despliegues y ejercicios» del ejército en Estonia, Letonia, Lituania y Rumanía, desde donde se refuerza la disuasión de la OTAN frente a Rusia, una defensa que se ha reforzado con el acuerdo bilateral de seguridad y defensa firmado entre España y Ucrania, que «garantiza la formación de militares ucranianos en suelo español y el apoyo a sus mejoras en material militar y en la industria de defensa».

«En todas las misiones, nuestros militares participan a un altísimo nivel, con un desempeño que merece, siempre, la más alta valoración de nuestros socios y aliados», destacó Don Felipe, quien valoró que las Fuerzas Armadas «siempre responden con una sola voz, firme y clara, a la llamada de defender nuestra seguridad».

Tras repasar algunas efemérides —como el XX Aniversario del Mando de Operaciones (MOPS) en 2024, o las que vendrán este 2025, como el 175º aniversario de la creación de dos Academias del Ejército de Tierra, la de Infantería de Toledo y la de Caballería de Valladolid o el 40º Aniversario de la Patrulla Águila— llegó el momento más solemne del discurso del Rey a los militares: cuando, para terminar, les pidió que se unieran en el homenaje de los compañeros que, a lo largo del último año, hicieron «el mayor de los sacrificios posibles»: perder la vida en acto de servicio.

«Quiero que mi abrazo llegue, junto con el de la Reina y la Princesa, a los familiares, a los amigos y compañeros, y a todos los que lloran la ausencia irreparable de esos hombres y mujeres. Su servicio será el más alto ejemplo para todos; su memoria alumbrará nuestro camino», sentenció Don Felipe, quien se despidió de todos con un «¡Viva España!».