Los Reyes refuerzan su compromiso contra el genocidio en Auschwitz

Si en el momento en que cruzaron de nuevo en coche la famosa puerta en la que se puede leer 'Arbeit macht frei' -que en alemán significa 'El trabajo os hará libres'- para dirigirse a la antigua estación de tren de Birkenau, donde tuvo lugar la conmemoración del 80º aniversario de la liberación del campo, se les hubiera preguntado a los Reyes por esta visita, habrían hecho suyas de nuevo las palabras que dejaron escritas hace cinco años en el libro de honor de Auschwitz. En esa primera visita, rindieron homenaje a los muertos en campos nazis con una corona de flores en el Muro de la Muerte del campo: «Que la Humanidad no caiga nunca más en un horror semejante».

Don Felipe y Doña Letizia vinieron a Auschwitz hace cinco años por la misma razón por la que lo hicieron este lunes: para mostrar su respeto a los supervivientes, su repulsa a lo sucedido en el Holocausto y para manifestar de nuevo su compromiso como jefes de Estado para que el horror que se vivió aquí no vuelva a ocurrir. Porque, como afirmó entonces Don Felipe, «el recuerdo no es suficiente» y «la barbarie puede surgir cuando menos se espera».

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Desde entonces y sobre todo en los tres últimos años -en un contexto geopolítico donde el mundo se enfrenta al momento más tenso y convulso desde la II Guerra Mundial-, Don Felipe ha llevado esa responsabilidad a todos los foros donde ha participado, en los que ha calificado la invasión de Rusia a Ucrania como una agresión «injustificada e injustificable», mientras hablaba de «la tragedia que vive Gaza» y pedía el reconocimiento del Estado de Palestina.

En el último viaje que realizó junto a la Reina a Italia, en un pleno extraordinario ante senadores y diputados, Don Felipe se refirió también a las dictaduras que ambos países vivieron en el siglo XX y afirmó con contundencia que «hay pasados que no deben repetirse ni como caricatura».

Para que el pasado no se repita, hay que recordarlo. Y la cita en Auschwitz fue histórica porque se reunieron medio centenar de supervivientes. Los Reyes escucharon casi sin pestañear cada uno de los cuatro testimonios. Los de Marian Turski, Janina Iwanska, Tova Friedman y Leon Weintraub. Por antigüedad en el cargo -tal y como manda el protocolo-, Don Felipe y Doña Letizia estuvieron en primera fila, encabezada por el presidente de la República de Italia, Sergio Mattarella. Junto a ellos, al otro lado, Guillermo y Máxima de los Países Bajos, y el presidente de Polonia, Andrzej Duda y su mujer, Agata Kornhauser-Duda.

Después de contemplar cómo los supervivientes colocaban velas junto a la entrada de la estación de tren de Birkenau, fue el turno de los jefes de Estado. Los Reyes, nada más llegar, hicieron una inclinación de cabeza en señal de respeto hacia las víctimas de la barbarie.