Los Reyes reciben al sultán de Omán, la primera visita de Estado en dos años

El sultán, que ha viajado solo a España –como acostumbra en este tipo de viajes, sin la compañía de su esposa–, llegó ayer a Madrid y se aloja durante su estancia en la primera planta del Palacio de El Pardo, donde hay unas estancias acondicionadas para que sirva como residencia de jefes de Estado durante este tipo de visitas. Desde allí se ha desplazado el sultán Haitham bin Tariq hasta el Patio de la Armería, donde los Reyes le han recibido junto a las principales unidades de la Guardia Real en formación.

Entre la delegación española que ha acompañado a Don Felipe y Doña Letizia se encontraban el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol; el presidente del Senado, Pedro Rollán; y el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido. Ha sido llamativa la ausencia del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien ha mandado en su lugar al secretario de Estado de Asuntos Globales, Diego Martínez Belío.

A continuación el sultán ha mantenido un encuentro bilateral con Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela, reunión que ha culminado con un almuerzo privado al que se sumará la Reina Letizia. Esta noche, los Reyes ofrecerán una cena de gala en su honor en el comedor del Palacio Real.

Esta visita a Madrid del sultán de Omán estaba prevista para el pasado mes de mayo, pero Haitham Bin Tariq se vio obligado a posponerla de forma repentina tras la muerte de su suegra, a tan solo un día de volar a Madrid. La Casa del Rey y la del sultanato pudieron reorganizar agendas para que se celebrase durante estos días y, en el caso de Omán, esta visita se enmarca en una intensa gira internacional que ha llevado recientemente al sultán a Bélgica, Países Bajos, Rusia y Reino Unido con un objetivo claro: reforzar los vínculos con las grandes capitales y consolidar el papel de Omán como mediador global. Para España, supone también una oportunidad de relanzar las relaciones bilaterales tras años de paréntesis sin visitas de Estado y reactivar además los lazos económicos en sectores como la energía, la defensa y las infraestructuras, que son punteros en Omán.

Haitham bin Tariq pertenece a la dinastía Al Busaidi, que gobierna en el sultanato desde el siglo XVIII. Casado y padre de tres hijos, en 2021 reformó la Constitución para introducir por primera vez la figura del Príncipe Heredero, título que ostenta su primogénito, el Príncipe Theyazin bin Haitham.

Omán es un pequeño sultanato encajado en la costa sudeste de la Península Arábiga. Con apenas 5,2 millones de habitantes, casi la mitad son extranjeros, está situado entre Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Yemen, y bañado por el Mar de Arabia, lo que le convierte en un enclave estratégico en el tablero geopolítico del Golfo, por el control de la seguridad marítima y la estabilidad que eso aporta a la región. Se le conoce como la 'Suiza del Golfo», pues ha mediado en conflictos tan complejos como el de los hutíes en Yemen, ha recibido al presidente iraní Masoud Pezeshkian y participa activamente en los foros sobre la reconstrucción de Siria.

Esa neutralidad lo ha convertido en un socio estratégico tanto en Oriente como en Occidente porque ha mantenido interlocución entre países cuyas relaciones son irreconciliables. Como es el caso de Irán y Arabia Saudí, Israel y los rebeldes hutíes o Washington y Moscú. En tiempos convulsos como los actuales, el sultán ha preservado la tradicional neutralidad omaní sin hacer alarde de ella ni buscar protagonismo, algo que contrasta con muchos de sus homólogos en el Golfo.