Ocho países en cinco meses: la aventura naval de la Princesa Leonor

Ya en Nueva York, y siguiendo una vez más los pasos de su padre, el Rey Felipe, hace 38 años, la Heredera prolongará su formación un mes y se embarcará en una fragata para continuar su instrucción marinera y naval. El 7 de julio se reunirá con sus compañeros en Gijón (Asturias), con quienes realizará la última singladura hasta Marín -previa parada en Ferrol-, a donde llegarán el 14 de julio.

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Angie Calero

En su XCVII crucero, el buque, con Leonor como guardiamarina de honor, hará sus primeras paradas en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria. Desde Cádiz y hasta que crucen el Océano Atlántico pasarán seis días, que servirán para que los alumnos se adapten a la vida a bordo y a la forma de navegar de la embarcación. Esto no quiere decir que si superan los primeros días no estén exentos de marearse a lo largo de los cinco meses. Eso dependerá del estado de la mar.

Desde Canarias, la guardiamarina Borbón Ortiz afrontará casi un mes de singladura (22 días de mar) hasta alcanzar el puerto brasileño de Salvador de Bahía, donde atracará el 14 de febrero. Un trayecto que tratarán de hacer por completo a vela. Y de ahí hasta Montevideo (Uruguay), desde donde atravesarán el estrecho de Magallanes para atracar en Punta Arenas, conocido como el puerto del fin del mundo por estar ubicado en el extremo austral de Chile. Una vez allí, el 23 de marzo, el bergantín goleta retomará la navegación hacia el norte por la costa oeste de Sudamérica hasta Valparaíso (Chile) y El Callao, en Perú, a donde llegará el 22 de abril. El buque cruzará después el canal de Panamá, con paradas en este país y Cartagena (Colombia) para retomar su travesía al norte hasta la isla de Santo Domingo, donde atracará el 19 de mayo. De ahí continuará hasta Nueva York, donde la Princesa desembarcará para volar a España en avión.

El principal cometido del buque escuela es la formación en la mar de futuros oficiales de la Armada española, los guardiamarinas. Además, es también una embajada flotante. Su presencia en países y puertos extranjeros contribuye de forma notable a apoyar la acción exterior de España.

Este año, esta misión será más notable al navegar en él la Princesa Leonor, que será recibida con honores en cada uno de los puertos donde atraque el buque-escuela. Estas paradas, sin embargo, todavía no se han dado a conocer por la Armada.

A lo largo de estos cinco meses, la actividad no cesará a bordo del Elcano, que se encontrará en constante movimiento. Los alumnos se organizarán entre las guardias -que rotarán, ya que son cinco turnos distintos al día- y la actividad normal a bordo, que comienza a las siete de la mañana con el toque de diana. Después del aseo, de recoger los módulos donde duermen -que cuentan con tres o seis camas- y del desayuno, comienzan las clases prácticas de navegación, que se completan con una exigente formación académica a bordo, siempre supervisada por el comandante Capitán de Navío Luis Carreras-Presas do Campo, quien tomó el mando del Juan Sebastián de Elcano en julio de 2023.

En su tiempo libre, la guardiamarina Borbón Ortiz podrá hacer vida en cubierta junto a sus compañeros. Durante esos momentos de asueto, sentirá la sensación de libertad que le proporcionará el mar, y que ya experimentó en su día su padre. La libertad del anonimato. La libertad al sentirse una componente más de la tripulación, alejada de la costa.