Porto Mosquito recibe a la Reina Letizia a ritmo de batuk y con pesca de garropa
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En Porto Mosquito, al sur de la isla caboverdiana de Santiago, un grupo de siete jóvenes recibieron a la Reina Letizia esta tarde a ritmo de batuk, la música y la danza típica de Cabo Verde. «La Reina vino por primera vez a ... un puerto pesquero, Porto Mosquito. Bienvenida y muchas gracias Reina Letizia», le cantaron en portugués nada más llegar.
Junto al alcalde de Porto Mosquito y representantes de la Cooperación Española, el Gobierno de Cabo Verde y de Unicef, Doña Letizia fue testigo de las iniciativas que se están llevando a cabo en este pueblo pesquero, llamado a ser un proyecto de integración de la población, donde todos aquí puedan vivir del turismo y la pesca, abordando los desafíos sociales, económicos y medioambientales de la zona.
Cuando la Reina llegó se encontró con un paisaje de casa a medio hacer, una costumbre entre los caboverdianos, que prefieren entrar a vivir a sus casas cuando todavía no están terminadas. Vio gallinas, gallos, cabras y cerdos campando a sus anchas e, incluso, bañándose junto a los niños en las aguas volcánicas de la isla.
A pocos metros del mar, dos barcas con pescadores trajeron hasta la orilla dos kilos de garropa. La Reina los vio recién pescados y vio como los metían en una bolsa y los pesaban: 300 escudos, que al cambio son 3 euros. Después las 'pesqueiras' se las llevaron. Ellas serán las que hagan la operación de venta en el pueblo.
De este proyecto se benefician las 867 personas que componen la comunidad, 434 mujeres y 433 hombres, que viven en 180 hogares, de los cuales 132 están encabezados por mujeres. La Cooperación Española invierte en Porto Mosquito 700.000 euros, que también tendrán un impacto en 300 pescadores de la comunidad, incluyendo los 79 propietarios de las barcas artesanales que salen a faenar y las 136 vendedoras de pescado.
Cuando el sol estaba a punto de ponerse sobre el mar de Cabo Verde, la Reina se despidió de los vecinos de Porto Mosquito, que volvieron a agradecerle la visita a ritmo de batuk.
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