Felipe VI vuelve a jurar bandera en la Academia General Militar de Zaragoza con la Princesa Leonor formando filas

Todas las compañías estaban formadas y los soldados presentaban armas minutos antes de que llegara el Rey al patio de armas de la AGM. Los primeros sones de la Marcha Real anunciaron la entrada en el patio de la Academia de la bandera nacional.

Felipe VI lo hacía poco después, a las once y media de la mañana, en compañía de la Reina Letizia y el director de la AGM, el general Manuel Pérez López. Tras ser recibidos con honores, el Rey pasó revista a los distintos batallones y sus compañías. Doña Letizia, a su lado, no paraba de buscar entre todos los jóvenes soldados para encontrar a la Princesa Leonor, quien presentaba armas en la cuarta fila del batallón de cadetes.

Al finalizar la revista de tropas por el pasillo central, la Reina subió a la tribuna de autoridades y Don Felipe se unió a sus compañeros de la XLIV promoción del Ejército de Tierra. Una vez en la primera fila de su batallón, en medio de un imponente silencio, la bandera nacional fue trasladada hasta el centro del patio de armas, ante la tribuna donde se encontraba Doña Letizia. En ese momento el Rey abandonó su formación y se dirigió con paso firme hasta la bandera. Se detuvo delante de ella, se quitó la gorra del uniforme militar y besó la enseña.

Seguro que si se le hubiera preguntado al Rey por los recuerdos que en ese momento le venían a la cabeza, entre ellos estaba la jura de la Princesa de Asturias hace unos meses; y también aquella mañana de otoño de 1985, cuando escuchó por primera vez la fórmula reglamentaria que le inquirió el por entonces director de la Academia, el general Ángel Santos Bobo:

—Señor, ¿juráis por Dios o por vuestro honor y prometéis a España, besando con unción su bandera, obedecer y respetar al Rey, a vuestros jefes, no abandonarles nunca y derramas si es preciso en defensa de la soberanía e independencia de la patria, de su unidad e integridad territorial y del ordenamiento constitucional hasta la última gota de vuestra sangre?

Don Felipe contestó un rotundo «¡Sí, juro!» y, con paso firme, se acercó a la bandera, se inclinó y la besó. Con el mismo servicio de fidelidad y entrega volvió a hacerlo cuarenta años después. Tras el Rey juró el resto de su promoción. Al final lo hicieron también las viudas de los militares compañeros del Rey.

Tras los discursos previstos, el acto terminó con un homenaje a los que dieron su vida por España, donde se recordó a los miembros de la promoción de Don Felipe que han fallecido durante estos años en actos de servicio. Después de la interpretación del himno de la AGM, tuvo lugar la parada militar de los actuales cadetes, donde también desfiló la Princesa Leonor.

Este acto solemne fue la tercera jura de bandera de Felipe VI desde 1985, cuando lo hizo por primera vez siendo un jovencísimo caballero cadete recién llegado a la Academia. A diferencia de la jura de la Princesa de Asturias, que la realizó junto al resto de sus compañeros de promoción, Don Felipe prestó fidelidad a la bandera en solitario. En 2010, cuatro años antes de ser proclamado Rey, renovó este juramento y celebró las bodas de plata de su promoción junto al resto de sus compañeros.

El Rey renovará este juramento dentro de diez años. Será la última vez, con motivo de los 50 años desde que su promoción le acompañó aquella primera vez.

Han pasado seis meses desde que unos emocionados Don Felipe y Doña Letizia presidieron la jura de bandera su primogénita. En ella, el Rey recordó a la Princesa de Asturias que el compromiso que asumía ese día «conlleva la mayor responsabilidad con España». «Sabes bien, como Princesa Heredera, que la Corona simboliza unidad y su permanencia», le dijo Don Felipe a la cadete Borbón Ortiz.

Quien no acompañó a su padre fue la Infanta Sofía, que se encuentra en la recta final de su primer curso de Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College de Gales. La segunda hija de los Reyes cumplió a principios de esta semana 17 años y encara la mayoría de edad con nuevas responsabilidades institucionales, ya que en octubre estrenará su agenda en solitario entregando un premio de fotografía de Patrimonio Nacional.