El Rey reaparece en Mallorca ensalzando el legado español en América

Se desplazó al municipio mallorquín de Petra (2.800 habitantes) para rendir homenaje a fray Junípero Serra , el franciscano español que, tras décadas de servicio en España, viajó a América a evangelizar a los indígenas y cuyas estatuas han sufrido ahora, en Estados Unidos y en Mallorca, los ataques de movimientos violentos supuestamente antirracistas . Igual que las estatuas de Cristóbal Colón.

Acompañado por Doña Letizia y por sus dos hijas, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía —que llegó con una herida en la rodilla y con una muleta—, el Rey visitó tres lugares emblemáticos en la vida de fray Junípero: el Museo y la Casa Natal y el Santuario de la Madre de Dios de Bonay (buen año, en alusión a las lluvias que propició la Virgen tras varias temporadas de sequía). Este santuario está considerado como el último lugar donde el franciscano predicó antes de partir a América.

En la cuna de fray Junípero, el Rey dejó escritas unas palabras en el libro de honor, en las que rindió homenaje al santo que llevó «su magistratura, su devoción y su humanismo» desde Mallorca a California. «Este nexo de España, México y los Estados Unidos de América será por siempre admirado y valorado. A ello unimos nuestro compromiso» , añadió, y firmaron los cuatro miembros de la Familia Real.

En ningún momento de la jornada, que empezó a las diez de la mañana en el Palacio de la Almudaina, en Palma, y terminó pasadas las nueve de la noche en Petra, el Rey habló en público, más allá de saludar con un «buenos días» y un «buenas tardes», ni se refirió por tanto a su padre. Y tampoco habló de Don Juan Carlos con ninguna de las cuatro autoridades baleares a las que recibió en audiencia por la mañana , pues todas ellas querían trasladarle la dramática situación que vive el archipiélago sin turistas.

A la salida de su encuentro con Don Felipe, la presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera , dijo: «Lo primero que he hecho es agradecer al Rey que mantuvieran la estancia en Mallorca , porque es la mejor promoción que se puede hacer. Nos ayuda a dar un mensaje de seguridad y tranquilidad, porque si el Rey está en Mallorca es porque a Mallorca se puede seguir viniendo de una forma tranquila y segura».

Quien sí se refirió a la situación del anterior Monarca fue el ministro del Interior. Fernando Grande-Marlaska confirmó desde Argel que la seguridad de Don Juan Carlos «concierne al Estado español», pero no indicó dónde se encuentra . «Es razonable y oportuno que el ministro de Interior por esas propias razones y circunstancias no dé ningún dato al respecto pero lo que nadie puede olvidar es que estamos hablando de quien fue Jefe del Estado en España, con lo cual su seguridad es una seguridad que evidentemente concierne al Estado español», dijo Grande-Marlaska.

Con motivo de la visita de los Reyes se convocaron dos manifestaciones: una a favor, convocada por Foro Baleares, y otra en contra, organizada por la Plataforma Arruix Borbons, pero lo que se impuso fue el entusiasmo y el afecto de los vecinos , que les recibieron con banderas nacionales, autonómicas y de fray Junípero, y con «vivas» a los Reyes, a España y al santo.

A pesar de que las circunstancias no son las más favorables para un baño de masas, los Reyes siguen siendo las únicas autoridades que se atreven a salir a la calle en estos momentos de pandemia, crisis y enfado, incluso acompañados de sus hijas, que están aprendiendo lo que es la Monarquía desde un perspectiva muy particular.

Otro hecho que llamó la atención respecto a los veranos pasados, es que los Reyes estuvieron acompañados ayer por muchas autoridades: la presidenta autonómica, Francina Armengol ; la ministra de Educación, Isabel Celaá ; el presidente del Parlamento balear, Vicenç de Paül Thomas ; la delegada del Gobierno, Aina Calvo ; y el alcalde de Petra, Salvador Femenías .

No es la primera vez que los Reyes rinden homenaje a san Junípero —fue canonizado en 2015 por el Papa Francisco—. En 2013, siendo Príncipes, ambos visitaron en California la tumba del franciscano y, tras depositar una corona de laurel con una cinta con los colores de la bandera de España, Don Felipe recordó que su antepasado, Carlos III, encomendó a los franciscanos la misión de integrar a los nativos americanos en la sociedad española.

Siete años después de visitar su tumba, los Reyes recorrieron ayer la casa natal del religioso, que vino al mundo el 24 de noviembre de 1713 y partió a América en 1749. Y contemplaron, asombrados, que en la Iglesia en la que el franciscano rezaba de niño están todos los santos y la virgen con cuyos nombres bautizó sus misiones y que, con el paso de los años, se convirtieron en grandes ciudades. El origen de Los Ángeles, San Diego o San Francisco, entre muchas otras, está en Petra .