Leonor, la primera distinguida por el Rey

Sin embargo, Don Felipe ha querido distinguir a su hija Leonor con la más alta condecoración que puede otorgar, el Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro. Se trata de un reconocimiento simbólico, sin privilegios más allá de los protocolarios, que en el caso de la Princesa Leonor obedece a razones de tradición y continuidad y al deseo de ir institucionalizando progresivamente la figura de la Princesa de Asturias como Heredera de la Corona.

Este es, por tanto, el primer Collar del Toisón que ha concedido Don Felipe desde que fue proclamado Rey y se convirtió, a la vez, en Soberano y Gran Maestre de esta Orden, que fue creada en 1430. Desde su fundación, se han concedido unos 1.200 collares , que son propiedad de la Orden y deben ser devueltos a la muerte de cada caballero.

La concesión del Toisón, que es un reconocimiento personal del Rey y no una condecoración del Estado, fue vista ayer -no necesita ser votada - por el Consejo de Ministros, y el Real Decreto de la concesión se publica hoy en el Boletín Oficial del Estado, coincidiendo con el décimo aniversario del nacimiento de la Princesa. Más adelante, en una fecha que aún no se ha concretado, el Rey impondrá el Toisón de Oro a su hija en una ceremonia.

Con este gesto, el Rey ha recuperado la tradición de su abuelo, el Conde de Barcelona, que también reservó para su hijo mayor, Don Juan Carlos, el primer Toisón que concedió. En la Familia Real española siempre ha existido la tradición de otorgar esta máxima condecoración a los Herederos de la Corona . Hubo un tiempo en el que lo habitual era que se les otorgara en el momento de su nacimiento.

A Don Felipe se lo concedió su padre en 1981, cuando el Príncipe contaba con trece años. Don Juan Carlos también escogió una fecha simbólica para distinguir a su hijo, y firmó el Real Decreto por el que se lo otorgaba el 3 de mayo, día de San Felipe Apóstol. No obstante, el Real Decreto no se publicó en el Boletín Oficial del Estado hasta el 15 de mayo. Su texto decía lo siguiente: «Siguiendo la tradición de la Monarquía española y para dar testimonio de mi cariño a mi amado hijo Felipe , Príncipe de Asturias y Heredero de la Corona, oído el Consejo de Ministros, vengo a nombrarle caballero de la Insigne Orden del Toisón de Oro».

Sin embargo, una cosa es la concesión del Toisón y otra su imposición, y Don Felipe aún tuvo que esperar cinco años más para que su padre se lo impusiera en vísperas de su jura de la Constitución como Heredero de la Corona (30 de enero de 1986) ante las Cortes, donde lo lució por primera vez . A Don Juan Carlos se lo otorgó el Conde de Barcelona en 1941, cuando tenía tres años, y la Familia Real vivía en el exilio, y a Don Juan se lo impuso Alfonso XIII en 1928 en el Palacio Real, a la edad de catorce años, un año después de habérselo concedido.

Hasta el reinado de Don Juan Carlos, el Toisón estaba reservado a los varones , pero de los 24 collares que otorgó Don Juan Carlos, tres eran mujeres: las Reinas Margarita de Dinamarca, Isabel de Inglaterra y Beatriz de los Países Bajos.

Pero el Toisón no será la única distinción que la Princesa recibirá hoy. Además de compartir con su familia y amigos una merienda infantil en La Zarzuela en la que soplará las diez velas, su padre le mostrará un segundo Real Decreto publicado en el Boletín Oficial del Estado que habla de ella. Siguiendo también la tradición de la Casa Real, el Rey ha aprobado el uso de Armas de la Princesa de Asturias. Para ello, ha contado con el asesoramiento de la Real Academia de la Historia.

De esta forma, el Consejo de Ministros dio luz verde ayer al Real Decreto por el que se crea el Guión y el Estandarte de la Princesa y que regula su uso en los espacios y lugares públicos durante los actos presididos por Leonor. El Guión de la Princesa es igual al que utilizó Don Felipe mientras era el Heredero de la Corona. Su fondo es también del color azul de la bandera del Principado de Asturias , como era el de su padre hasta que fue proclamado Rey y escogió un guión de color rojo carmesí.

Don Felipe ha querido que su hija disponga de Armas de Princesa a una edad mucho más temprana de la que las tuvo él. De hecho, hasta marzo de 2001, cuando él tenía 33 años, no se publicó el Real Decreto por el que se crearon su Estandarte y Guión como Príncipe de Asturias.

El Monarca ha aprovechado la casualidad única que ofrecían estas fechas, al caer el cumpleaños de la Princesa en sábado y celebrarse un Consejo de Ministros la víspera, de forma que ambos Reales Decretos salen publicados precisamente en el día del décimo aniversario de su primogénita. Se trata de dos «regalos de cumpleaños» muy especiales, pero cuyo valor simbólico sólo puede apreciar una niña de diez años que ya empieza a saber quién es .