«Como la labor de oposición además de fiscalizar al Gobierno es contribuir al interés general de todos los cántabros, si me lo permite hoy, excepcionalmente, quisiera hacerle entrega de un pequeño obsequio», finalizó su intervención Sáenz de Buruaga.
En ese momento, abrió una caja en la que había un metro. La popular espera que esta herramienta ayude al presidente de Cantabria «para lo poco que le queda de legislatura». «Espero que le sea útil para que los trenes del señor Sánchez quepan en nuestros túneles y que usted, aunque ya sea tarde, tome la medida a sus socios de Gobierno», manifestó Buruaga.
«Señor Revilla, mida bien con quién ha pactado porque las cosas en Cantabria están atascadas. Como los trenes, vaya», insistió la líder del PP, a lo que Miguel Ángel Revilla respondió: «Yo mido perfectamente».
María José Sáenz de Buruaga considera que lo ocurrido con las infraestructuras ferroviarias cántabras es un «nuevo ridículo» del «Gobierno de Revilla y Sánchez». «Estamos en manos de Pepe Gotera y Otilio» –los de 'Chapuzas a domicilio'– de Francisco Ibáñez», aseveró, remarcando una vez más que el presidente Revilla «está conduciendo a Cantabria a una decadencia cada vez más irreversible».
Buruaga confesó que ante lo ocurrido no pudo más que mostrarse perpleja, reconociendo que «parecería un chiste si no fuera tan grave». «La situación es ya insoportable y Revilla y Sánchez se están riendo de los cántabros a carcajadas», aseguró.
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