VOLCÁN LA PALMA
La noche más aterradora, en fotos
Al caer el sol en el primer día de la erupción, ya había más de 5.000 vecinos evacuados de sus hogares
El día más frenético dio paso, a esta hora hace un año, a la noche más aterradora de la historia reciente de La Palma. Comenzó al caer la luz del sol, con más de 5.000 vecinos ya evacuados.
Los expertos informaron que había ... dado comienzo una erupción fisural de magma básico con mecanismo típicamente estromboliano, con algunos pulsos freatomagmáticos. Estas palabras en ese momento eran desconocidas para la población, pero las escucharían diariamente por 84 días más. El punto donde se abrió la tierra en Cabeza de Vaca fue en las coordenadas 28º36'N, 17º52'W.
Con la información que se disponía en ese momento, se hablaba de medio centenar de viviendas afectadas y dos fisuras de centenares de metros de longitud, alineadas y separadas entre sí unos 200 metros, con varios puntos de emisión de fuentes de piroclastos y coladas de lava. La factura total sería de 1.676 edificaciones, 1.345 de ellas viviendas, 73 kilómetros de carreteras y 370 hectáreas de cultivo.
La temperatura superficial de la lava emitida y que ya corría por el Valle de Aridane atemorizaba con sus 1.075º. La columna de cenizas volcánicas tenía una altura de 1.500 metros y los gases emitidos alcanzan los 3.000. Se preveía que la lava podía alcanzar la costa en 48 horas, lo que podría poner coto a la destrucción que estaba sembrando Tajogaite. Tardó 9 días.
Fue el primer día de la pesadilla, y el último para muchos proyectos de vida que desaparecían para siempre. Primero El Paraíso, pero seguiría Valle abajo. Los palmeros y palmeras no durmieron esa noche, tampoco las anteriores con más de 170 terremotos, ni las siguientes, y un año después siguen recordando ese día que les cambió la vida.
Tras un año, el nerviosismo se mantiene. Cualquier anomalía despierta la ansiedad en La Palma, que vive una tensión constante ante una reactivación volcánica. Aunque los expertos no pueden descartarla por completo, sí que apuntan a que es muy improbable. Aún así, cualquier señal levanta la histeria colectiva en un pueblo que aún no duerme tranquilo.
Así lo reveló el estudio IPSI-VOLCanarias, basado en una encuesta realizada a 643 personas entre los meses de octubre y noviembre. Tomando como ejemplo la población muestreada del Valle de Aridane, el 57% había sufrido insomnio, del 88% confesó sufrir ansiedad, del 70% depresión y un 20% aseguró haber tenido ideas suicidas, un 6% de forma activa. De las personas en tratamiento por algún trastorno mental previo a la erupción, el 22% precisó que le añadieran un nuevo fármaco a su tratamiento habitual, y un 38% necesitó un aumento de su dosis habitual.
Del total de personas encuestadas, un 12% fue evacuada y un 5% perdió definitivamente su vivienda, mientras que un 24% tienen a algún familiar que perdió su casa y hasta un 70% en el caso de algún amigo. Para el 54% de las personas preguntadas, un amigo cercano había tenido pérdidas económicas muy graves por el volcán.
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