EL libro «Volar de noche»
La inmigración contada en origen
Un periodista viaja a un pueblo de Marruecos para conocer los motivos que llevan a subirse a un cayuco
El drama de la inmigración, visto por los ojos del periodista Francisco de Zárate, vuelve a tomar fuerza en su libro «Volar de noche», en el que relata cómo fue su día a día en Sbouya, región marroquí con más emigrados a Canarias a la ... que se desplazó para analizar de cerca este fenómeno.
¿Por qué vienen los marroquíes a Canarias?, ¿de qué horror escapan para exponerse a una travesía que tantas veces termina con sus sueños en el mar? Y los que sobreviven, ¿a qué paraíso creen que llegaron?, son algunas de las cuestiones que aborda el texto y sobre las que su autor habló la semana pasada durante la presentación del libro en el salón de actos de la Mutua de Accidentes de Canarias, en Santa Cruz de Tenerife.
Agricultores, maestros, jóvenes desempleados, médicos, jornaleros, empleados de correos, comerciantes y estudiantes del Corán de Tleta Sbouya son los protagonistas de la narración y los personajes de los que Zárate se sirve para intentar llegar a una conclusión. «Tenía que hacer la investigación final de un máster sobre periodismo y quise hacer algo que ningún periódico me iba a pedir y que yo siempre quise hacer», justifica, para explicar su estancia de dos meses en Marruecos durante el año 2005.
En su opinión, el asunto de la inmigración no estaba siendo cubierto por el periodismo, «siempre se limitaba a hablar de la tragedia en la patera y de los problemas en Canarias», motivo por el que decidió dar el salto a África y vivir la problemática en propia carne. «Todo el pueblo era mi fuente, no solo los que querían ir a Canarias, también los que se quedaban», cuenta. El libro está dividido en capítulos que profundizan en los motivos —como la comida, pobreza, sanidad o educación— que convirtieron a esta región en una de las más afectadas por el drama de los cayucos. Zárate la describe como una zona con «dos docenas de casas y diecinueve antenas satélites, un colegio en el que se puede estudiar hasta los quince años y un puesto de correos».
A las mujeres y a la opresión del estado también les dedica una atención especial, al tratarse de dos de las cosas que más le preocuparon por su «absoluta marginación e injusticia». De forma anecdótica, el periodista explicó cómo un amigo suyo fue perseguido por las autoridades marroquíes por crear una asociación cultural en la que tan solo se dedicaban a jugar partidos de fútbol.
El día a día
El objetivo del libro no es destapar algo oculto, sino contar el día a día de la gente: «Todo el mundo sabe que en Marruecos hay pobreza y que la gente lo pasa mal y quiere irse. No me hacía falta ir a Marruecos para descubrirlo». Como ejemplo de esta huida pone al hermano de su traductor, quien, pese a tener la licenciatura de Geografía no tenía esperanza de encontrar trabajo en su país, motivo que le llevó a subirse al cayuco en el que perdió la vida. «Un viaje al corazón del emigrante», así reza el subtítulo del libro, es, en definitiva, un amplificador que da voz a quien no la tiene y que, al mismo tiempo, busca los motivos que llevaron a cientos de personas a arriesgar su vida subiéndose en un cayuco.
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