SUCESOS
Un esqueleto localizado en Tenerife cierra el caso de Ignacio, desaparecido hace más de un año
Unos jóvenes que buscaban un dron encontraron los restos en zona escarpada, junto a un saco de dormir, comida y una cartera con documentación abandonada
Laura Bautista
Las Palmas de Gran Canaria
Ignacio Palomo, Nacho, fue visto por última vez el 14 de julio de 2021, cuando fue abierto su expediente de desaparición, aún en activo aunque sin pistas nuevas sobre su paradero. Se estudió el entorno de este joven de 30 años, los locales y ... bares que solía frecuentar y algunas de las zonas a las que solía ir a hacer senderismo, sin éxito. Poco después de que se cumpliese un año de su extraña desaparición, el caso ha sido resuelto.
La Policía Nacional localizó este martes los restos humanos de un hombre en una zona boscosa y escarpada del Monte de las Mercedes en la zona de Anaga (Tenerife), cerrando así la operación que se puso en marcha cuando unos jóvenes pilotos que habían perdido un dron en el parque rural de Anaga encontraron restos de una acampada abandonada y diferentes pertenencias.
Durante su búsqueda de la aeronave, que localizaron próxima pero alejada de la pista de las Hiedras, en una zona muy boscosa y escarpada de difícil acceso, vieron unos enseres tales como un saco de dormir, restos de latas de comida y una cartera con documentación, aparentemente abandonados, dando aviso a la Policía Nacional.
La documentación correspondía con la identidad de Ignacio al que la Policía Nacional no había dejado de buscar desde que se interpuso la denuncia de desaparición en julio del año pasado.
Para este caso, concretamente, ha sido movilizado por primera vez en helicóptero entre las islas de Gran Canaria y Tenerife a un perro especializado en localización de restos biológicos dada la importancia del caso, que una vez en el terreno localizó a una veintena de metros de donde se encontraron los enseres y la documentación un esqueleto humano cubierto de maleza, imposible de ver a simple vista y sin signos aparentes de violencia.
Aunque todo apunta a que se trata de Ignacio, la Policía está pendiente de que las muestras obtenidas en el lugar sean analizadas en el Instituto Anatómico Forense, donde se determinará científicamente la identidad de los restos encontrados. Los análisis buscarán saber con más exactitud qué le ocurrió a Ignacio, aunque el cuerpo no presentaba signos de violencia.
Un año de búsquedas sin éxito
Después de que Ignacio fuese visto por última vez, los agentes especializados se entrevistaron con el entorno del desaparecido y obtuvieron datos que permitieron cercar el círculo por el que buscar, desde aquellas zonas más habituales como su vecindario o los locales que frecuentaba, hasta aquellos lugares por los que le gustaba hacer senderismo, en los hoteles o alojamientos vacacionales y en la entrada y salida por puertos o aeropuertos, conociéndose que no había realizado ningún movimiento en su cuenta bancaria desde el día de su desaparición.
Se contó con la participación de medios aéreos y la colaboración de Protección Civil. Sin embargo, todas las búsquedas resultaron infructuosas.
Las pesquisas siguieron su curso durante todo este tiempo, sin descartarse ninguna posibilidad con respecto a su desaparición, dadas las declaraciones de las personas de su entorno y comentarios propios del desaparecido realizados antes de su marcha, hasta que la semana pasada se recibió el aviso de la localización de su documentación.
Ya durante las batidas se había visitado esta zona, caracterizada por una orografía de difícil acceso, aunque no fueron encontrados estos indicios. SOS Desaparecidos activó la alerta y pidió la colaboración ciudadana para dar con él, al que identificó como Ignacio (Nacho) P.H. de 30 años, 1.72 m. de estatura, complexión corpulenta, ojos marrones, barba y pelo castaño rapado y cuyo rastro se perdía en Valle Guerra (La Laguna).
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