El movimiento 'Canarias tiene un límite' pide paralizar las «obras ilegales» para abrir negociación

En esta línea han pedido al Gobierno de Canarias y los cabildos insulares «la debida responsabilidad» y «convocar de inmediato reuniones urgentes» para «comenzar a planificar, de forma real y efectiva, un cambio de modelo«. El movimiento pide que este cambio se construya »con la gente, escuchando y respetando sus demandas y propuestas, no a sus espaldas como hasta ahora. Todo lo demás son engaños, intentos de apaciguar esta lucha social«.

Como «primer paso hacia la credibilidad y el diálogo», han exigido «la paralización inmediata de las obras ilegales que están destrozando nuestro territorio« y adelantan que »hasta que no cumplan con este gesto básico de responsabilidad, cualquier propuesta de reunión o diálogo será percibida como un intento desesperado de aparentar buena voluntad frente a la creciente presión social«.

Para los convocantes, «no se puede negociar un cambio de modelo mientras se pisotean los derechos y el futuro de Canarias«.

Tal y como han celebrado, la última movilización de este domingo es un ejemplo de «la fuerza de decenas de miles de voces que exigieron, con absoluta claridad, un cambio de modelo que priorice a la gente y al territorio frente a los intereses de unos pocos».

'Canarias tiene un límite' es «un movimiento imparable y profundamente arraigado en la dignidad colectiva«, que »ha marcado ya un antes y un después en la lucha por un futuro que respete a las islas y a su gente«, aseguran.

La participación en las manifestaciones de este domingo demostraron «un rechazo absoluto al modelo depredador que explota a la mayoría para beneficiar a unos pocos«, y reafirmó el »compromiso colectivo con la dignidad que intentan robarnos cada día«.

Los convocantes, que salieron a las calles por primera vez bajo el mismo lema el 20 de abril de 2024, aseguran que Canarias «ha vuelto a ganar» al reunir a «gente unida, al alzar la voz, al hablar con rigor de soluciones a problemas que enfrentamos día a día y al dejar claro que no aceptaremos las migajas de un sistema que destruye nuestro entorno y precariza nuestras vidas«.

Del mismo modo, han agradecido «desde el corazón» a las «decenas de miles de personas que se movilizaron por un modelo que priorice la vida, la sostenibilidad y la justicia social». Cada paso que dieron en las calles «es un paso hacia un futuro digno y respetuoso con nuestra identidad».

Han avisado de que «la lucha continúa» porque «el cambio está en marcha, y no habrá vuelta atrás».