La pesadilla de los supervivientes había empezado mucho antes, ya que como han narrado ellos mismos el cayuco partió el pasado 30 de mayo de las costas de Mauritania y al cuarto día de travesía se les estropeó el motor y quedaron a la deriva, con más de 100 personas a bordo. Los cuerpos sin vida de los migrantes fallecidos fueron tirados al mar por los supervivientes durante la travesía, y según han contado, fueron más de 30.
La suerte hizo que les localizase un petrolero, que avisó al crucero 'Insignia' que los rescató y les prestó asistencia hasta que finalmente tomaron tierra en Tenerife. El crucero venía desde Gambia en dirección a Tenerife, y pudo rescatar a un total de 64 supervivientes, entre ellos tres niños de entre 7 y 9 años, todos de origen subsahariano y procedentes de Burkina Faso, Mauritania, Mali, Gambia y Senegal.
Cinco de las personas rescatadas fueron derivadas a diferentes centros hospitalarios, tres al Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria y dos al Hospital Universitario de Canarias (HUC).
En concreto, uno de los afectados presentaba deshidratación de carácter grave y una mujer embarazada fue trasladada para valoración médica. El resto también presentaba síntomas de deshidratación, aunque de carácter moderado y leve.
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