El otro día en una conferencia un político canario no quiso responderme a una pregunta. «¿Cuál es su mayor debilidad?» Es evidente que era una pregunta horrible para responder en público; pero tenía ganas de observar su lenguaje corporal.
Realmente, me habría conformado si hubiese ... respondido: «vestirme después de una ducha». Pero la alta autoridad, que hablaba unas 149 palabras por minuto, dijo: «soy, creo, perfeccionista». En Canarias siguen mandando hombres que vienen del periodo «baby boomers», aquellos nacidos entre las décadas de 1940 y 1960. Una buena respuesta habría sido: «Tengo mucho más miedo que usted». Pero prefirió tutearme y no decir nada de lo que me preocupaba: las pensiones de mis padres . La mía ya me la gestiono yo.
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