política
Todo por aferrarse al bastón de mando
González Reverón (CC) no está dispuesto a dejar la alcaldía de Arona a pesar de estar condenado por prevaricar
M. Á. MONTERO
José Alberto González Reverón es el alcalde del municipio tinerfeño de Arona. Y lo es contra viento y marea, e incluso contra la Justicia. Porque el regidor de Coalición Canaria (CC) fue condenado en junio por el Juzgado de lo Penal número uno de Santa ... Cruz de Tenerife a cuatro años y medio de inhabilitación para el ejercicio de cargo público . Pero ni por esas: al amparo de esa regla no escrita por la cual los partidos solo exigen la expulsión de miembros de otras fuerzas políticas, y so pretexto de que la sentencia ha sido recurrida, González Reverón sigue aferrado al bastón de mando con la anuencia de sus correligionarios y la admiración de los ciudadanos de la localidad. Y avisa: «Solo una sentencia firme me echará de la alcaldía de Arona».
Fue hace menos de cinco meses cuando la Justicia condenó al político nacionalista por prevaricación. No en vano, allá en 2004, había contratado a dos funcionarias a pesar de los informes en que los técnicos municipales oponían argumentos contrarios a esta decisión. Publicada la resolución de la juez encargada del caso, González Reverón y CC (dividida entre el silencio de su cúpula y la entrega de los concejales de Arona a su líder) han protagonizado un vodevil en cuyo culmen el alcalde aparece como una víctima : «Han intentado condenar a la persona que menos ha tenido que ver, y a la que menos ha intervenido, con el expediente de estas dos trabajadoras, que es quien les habla», ha dicho el regidor del municipio sureño.
Entre el pronunciamiento judicial y las palabras de Reverón, que recogieron ayer los diarios locales de las Islas, mediaron tres capítulos más. La secretaría general del Ayuntamiento de Arona, en consonancia con la sentencia, concluyó en un informe redactado a petición de Partido Popular, Partido Socialista y Ciudadanos por Arona que el alcalde debe cesar en el cargo, por más que la resolución no sea «firme» . El segundo capítulo lo guionizó la Junta Electoral Central, que en otro informe insiste en que el nacionalista no debe seguir en el puesto. Tan es así, que el organismo aclara que el pleno de la corporación únicamente ha de darse por enterado de la decisión de la Justicia y, en consecuencia, designar a un sustituto. Y así consta en la renovada Ley Orgánica de Régimen Electoral General.
Sin embargo, ni Reverón ni Coalición Canaria, pese a negar que aquel quiera «aferrarse al cargo», están dispuestos a acatar la decisión de la juez , al menos no antes de que esta sea ratificada en una segunda sentencia (en el caso de que así ocurra). De modo que a los informes de la secretaría del ayuntamiento y de la Junta Electoral Central respondieron con un expediente, encargado ex profeso a un abogado y a un catedrático de Derecho Procesal, que de algún modo avaló la continuidad del nacionalista. Y así ha sido: el pleno, con los votos de los ediles de CC y de Centro de Arona (su colaboración le abrirá las puertas del gobierno local) y la ausencia de los representantes de PP, PSOE y Ciudadanos por Arona, ha decidido que Reverón siga siendo el alcalde. Un alcalde que incluso ha amenazado a populares, socialistas y Ciudadanos con sanciones si continúan ausentándose de los plenos. Un alcalde al que «solo una sentencia firme» echará del ayuntamiento.
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