La polarización del turismo global

Esto viene a demostrar, una vez más, que el turismo es uno de los pocos sectores económicos que hoy en día mantiene un cierto crecimiento y que, por consiguiente, aporta como ningún otro sector, firmeza y progreso económico a toda clase de países, independientemente de su desarrollo. Y, sobre todo, es un sector que crea empleo; que dada la actual crisis en la que aún estamos inmersos, no es poco. Es, pues, menester, que los responsables políticos de los gobiernos de todos los países, pero sobre todo de aquellos que aún están en fase de desarrollo, comiencen a otorgarle al turismo el verdadero peso y trascendencia económica que tiene y, por ende, esos mismos gobiernos doten a dicho sector de las políticas más adecuadas, eliminado de camino las barreras y las trabas que puedan limitar su evolución y expansión.

Si bien el área Asia-Pacífico es quien lidera el actual crecimiento turístico, sigue siendo Europa, el destino preferido por el turista y, consecuentemente, el más visitado; consiguiendo incluso un incremento de un 4 % en dichas visitas. Estos datos demuestran a las claras una polarización que podríamos enmarcarla en dos aparatados: los países que crecen y los que se quedan estancados o incluso empeoran. En el primer bloque podemos hablar abiertamente del mercado “BRIC” que abarca a Brasil, Rusia, India y China; los cuales, han experimentado un aumento del gasto de turismo internacional con respecto al año pasado; no obstante, y entre los diez primeros países, se encuentran las citadas China y Rusia seguidas de Estados Unidos, Alemania y Canadá. En el segundo bloque, en cambio, habría que citar países tan destacados como el Reino Unido, Australia, Italia e incluso Francia. Por lo que respecta a nuestro país, España, y más concretamente, Canarias, es el turismo ruso el que más ha crecido este año llegando a rondar, en datos globales, más de un 35 % en lo que llevamos de este 2012.

Es más que evidente de que el turismo es nuestra principal actividad económica; de hecho, para nosotros representa casi un tercio de las exportaciones de servicios. Tal vez no se le haya prestado toda la atención debida, precisamente por su fragmentación, y por su incidencia transversal en el conjunto de la economía. No obstante, debemos seguir cuidando de nuestra principal baza: el turismo de sol y playa, pero sin olvidarnos de la necesidad de diversificar dicha oferta con otras opciones como la gastronomía, los cruceros, la cultura, el deporte, o el turismo de congresos o el rural; ya que nos vemos en la necesidad de competir con otros destinos emergentes que se están posicionando en el mercado con muchísima fuerza. Y ya saben aquello de: “renovarse o morir” porque, de lo contrario, y si no nos espabilamos, terminaremos muriéndonos, pero de éxito.