Entre el «amor» y el «perdón»

Tras limpiar las principales referencias franquistas del callejero de Santa Cruz, el Ayuntamiento se plantea ahora el siguiente paso. Los monumentos dedicados la figura del dictador. Para esto, el Consistorio capitalino lanzó ayer una propuesta, como es la de convocar un concurso de ideas sobre cómo regenerar el espacio que dejen los monumentos franquistas que se deberán eliminar de la ciudad por la aplicación de la Ley de Memoria Histórica aprobada por el Gobierno central socialista.

La intención es que todos los ciudadanos de la capital tinerfeña, si sale adelante la aventurada iniciativa que plasmó ayer la concejal de Urbanismo, Luz Reverón, participen de la decisión de qué hacer con los espacios que dejen libres cuando se eliminen los monumentos franquistas.

El monumento

Aquí, todos los vecinos de Santa Cruz piensan, fundamentalmente, en el monumento de estas características más significativo de la capital tinerfeña, la figura situada al final de la rambla, ahora «Rambla de Santa Cruz». «Habrá que planificar qué se hace con ese espacio. Hay que quitar el monumento pero regenerar ese espacio urbano y si es con el consenso de los vecinos mejor que mejor», aseveró la edil de Urbanismo de la capital.

Sin embargo, Reverón se mostró ayer más cauta que el alcalde de Santa Cruz, que de un plumazo ordenó eliminar los nombres franquistas de ocho calles de la ciudad. «Existen numerosos símbolos que nos recuerdan la época franquista, y depende de la voluntad municipal quitarlos, pero desde muchos Ayuntamientos estamos esperando ese desarrollo reglamentario», en referencia a la Ley de Memoria Histórica, «porque no tenemos muy claros cuales son los criterios para ello», argumentó.

Todo el debate sobre los símbolos franquistas resucitó ayer tras la orden dictada por el mandatario nacionalista supondrá el cambio de denominaciones de ocho vías dedicadas a los más destacados personajes del régimen. Así, la Rambla General Franco, la avenida de José Antonio (fundador de la Falange), la avenida del General Mola, la del General Goded, la del General Moscardó, la del General Sanjurjo , la de García Morato, y la del General Fanjul pasarán desde este mismo fin de semana a mejor vida.

Para sus nuevos nombres, Zerolo ha echado mano de cualidades humanas para rebautizar el callejero municipal. La del General Goded se convierte en calle del Perdón; la del General Moscardó, en calle del Amor; la del General Sanjurjo en calle de Los Sueños; la de García Morato, en calle de La Tolerancia, y la del General Fanjul, en calle del Olvido. En el resto, Zerolo simplemente ha optado por referencias geográficas dedicadas al Archipiélago, como la avenida de Islas Canarias (antes General Mola) y rambla de Santa Cruz (antes General Franco). La avenida José Antonio pasará a denominarse Avenida Marítima.

Ya ayer, varios operarios del Ayuntamiento de Santa Cruz comenzaron a quitar las placas de estas ocho calles. Para este fin de semana, la capital tinerfeña ya contará con las nuevas rotulaciones impuestas por decreto por el alcalde nacionalista. Sin embargo, y tras cambiar de un plumazo el nombre de ocho calles, desde el Ayuntamiento se pretende renombrar en el futuro algunas otras vías con denominaciones alusivas al franquismo, aunque, en esta ocasión, se tendrá que decidir dentro del marco de la comisión creada por el Consistorio para este fin.