Empleados del hotel de Tenerife entran «bajo su responsabilidad» para ayudar a sus compañeros

Fitas ha apuntado que se están prestando «servicios mínimos», pues, por ejemplo, «no hay buffet en el comedor y la comida se lleva a la habitación de los clientes» . De este modo, agradece la labor que están llevando a cabo los trabajadores por responsabilidad y siguiendo el protocolo, pero, indica, que «están desbordados».

Igualmente, ha señalado también que su esposa quedó «retenida» tras la orden judicial de precintar el complejo. «Mi mujer llevaba una semana en contacto con los contagiados y nadie me ha dicho que no lleve a mi hija al colegio », señalaba mientras explicaba que la pequeña duerme con los padres todas las noches. En cuanto al ambiente que existe en el interior del complejo, Fitas ha indicado que el protocolo «está bien” pero los clientes “no entienden por qué están confinados» .

Igualmente, este miércoles el Juzgado de Instrucción número 1 de Arona ha ratificado la orden de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias de precintar el hotel tras confirmarse la presencia del turista italiano confirmado como contagiado de coronavirus al que se le ha sumado su esposa y dos amigos. Sanidad se dirigió al Juzgado durante el día de ayer para solicitar permiso ante una decisión que implica la privación de libertad deambulatoria de los 723 turistas que se alojan en el complejo y los más de 200 trabajadores.

Según el instructor, «existe un caso constatado» con una persona contagiada con indicios «razonables» de poder «propagar la enfermedad», lo cual, a efectos de valoración sanitaria, hace «necesaria» la cuarentena . De esta manera, queda avalada la medida para el control de enfermos y personas que hayan tenido contacto con los contagiados para evitar la propagación y «poner en peligro» la salud pública.

Asimismo, según recuerda el magistrado Daniel Pedro Álamo en el auto, al tratarse de una medida de «máxima urgencia», la ley autoriza la competencia accidental de un órgano judicial penal para resolver una cuestión de carácter administrativo, que en principio debía de haber sido dirimida ante la jurisdicción Contencioso Administrativa. Al no encontrarse disponible ningún órgano de este orden en Santa Cruz de Tenerife -por las festividades del día de la Candelaria y carnaval- la actuación de la Consejería solo podía ser avalada por el juzgado de guardia. No obstante, ahora el asunto recae sobre el Juzgado de lo Contencioso, que será el encargado de renovar el permiso periódicamente hasta que se dé por finalizada la cuarentena .