Betis-Las Palmas: lágrimas que limpian el césped

Y al final ocurrió lo que todos silenciosamente temíamos: en la mesa de los despachos de la UD Las Palmas se sirvió el plato frío de lo previsible . A falta de escasos puntos para lo inevitable, el sueño de muchos, la Europa League, se convierte en la realidad de otros que sí apostaron por las decisiones valientes y por el trabajo responsable de una profesión tan compleja: director de una orquesta compuesta por 24 jugadores ambiguos.

Ahora vendrá lo de siempre: merecimos más, el arbitraje no ayudó, hay un complot para que el equipo no siga en Primera…miles de excusas saldrán a relucir para cometer el error más humano y reiterado de la historia: echar balones fuera, culpabilizar todo lo que rodea al propio error. Ahora nos toca asimilar que la Segunda está mudándose a nuestra realidad futbolística, salvo milagros que ni siquiera suceden en las películas; hoy toca digerir una cura de humildad y apoyar a un escudo que parece caerse añicos . Después las lágrimas limpiarán el césped, pero tal vez pasado nos sirva para iniciar el ascenso con el ejemplo y el refrán de que «no es oro todo lo que reluce».