Los agentes de la Guardia Civil intentaron calmar los ánimos; pero se vieron obligados a emplear a fuerza para llevarse a la turista, que ha pasado a disposición judicial. Mientras iba saliendo arrastrada por el avión, la turista decía: «No requiero una ambulancia».
Los turistas borrachos estuvieron incordiando al resto de pasajeros desde que despegó de Londres veinte minutos después de las seis de la mañana del lunes, 25 de marzo. Cuando llegó el vuelo, la mujer fue detenida por estar poniendo en riesgo durante la travesía al resto de los pasajeros. Su acompañante fue conducido ante las autoridades policiales.
Un representante de la aerolínea dijo que «no toleraremos un comportamiento indisciplinado o perturbador en ningún momento, y la seguridad y comodidad de nuestros clientes, tripulación y aeronaves es nuestra prioridad número uno».
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