Bolaños ve ahora en la amnistía «un canto a la Constitución» y reitera que no preocupa a Europa
El PP acusa al ministro de «poner una vela a dios y otra al diablo» en su aparente defensa a los jueces
El CGPJ avanza que rechazará la comparecencia de cualquier juez ante las comisiones del 'lawfare'
Durante más de tres horas se ha prolongado este jueves la comparecencia del ministro Félix Bolaños ante la comisión de Justicia del Congreso, donde acudía voluntariamente a dar cuenta de las principales líneas del Ministerio que hereda de Pilar Llop (ha anunciado que ... comparecerá también en la Comisión Constitucional para hacer lo propio con Presidencia) y se ha encontrado con la oposición frontal de Partido Popular y Vox al ataque a la separación de poderes y a la independencia judicial en los que se traducen los pactos del PSOE con los secesionistas. Como era previsible, no ha faltado en el debate con los portavoces de los grupos reproches por el bloqueo en la renovación del Consejo General Poder Judicial, el futuro de la amnistía o la preocupante injerencia en la actuación de los magistrados que implican las comisiones 'lawfare', respondidas con contundencia esta misma mañana por el Pleno del órgano de gobierno de los jueces.
Pese al convencimiento manifestado hace unos meses por el presidente del Gobierno y varios de sus ministros sobre la inconstitucionalidad de la amnistía, Bolaños la ha calificado hoy como un «canto a la Constitución», cuando se le ha reprochado ese cambio de criterio en las filas del Ejecutivo. Esas reticencias iniciales «han envejecido mal», ha dicho el ministro, para quien todo ha cambiado a raíz de la exposición de motivos y el propio articulado de la ley, que responde a ese fin de garantizar la "convivencia" en Cataluña. Antes, las opiniones se habían formulado "sobre un folio en blanco".
El problema, para el ministro lo tiene el PP, porque "llevar a Europa la amnistía les ha salido rematadamente mal". Y es que, pese al toque de atención que dio la Comisión Europea a Bolaños cuando éste dijo que la preocupación de Europa por este tema era "cero", ha vuelto a insistir en esta idea. Ahondando en ella, ha dicho que una muestra de que la amnistía no importa es el hecho de que hubiera «más eurodiputados en el debate sobre el envase del queso Camembert el día anterior» que en la proposición de ley española.
A veinticuatro horas de la reunión que mantendrán este viernes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, Bolaños ha arremetido contra el Partido Popular por la situación de bloqueo del CGPJ, pero también contra los ocho vocales conservadores que están utilizando su puesto, ha dicho, para «hacer oposición» y convertirse en una extensión de los populares. «Ese desprestigio que se autoinfligen, se lo infligen al CGPJ», ha dicho.
«Hay un problema reputacional y de prestigio evidente, la justicia necesita recuperar normalidad institucional» y en este sentido ha emplazado a Feijóo a que «vuelva a los deseos primigenios» que manifestó cuando se convirtió en presidente del PP y puedan renovar el órgano de gobierno de los jueces cuando antes. «Nos tocaría el gordo», ha dicho en alusión a la coincidencia del encuentro con el sorteo de la Lotería.
Tras preguntarle el portavoz de Bildu, Jon Iñaritu, cómo piensan poner fin a este bloqueo si la situación continúa, Bolaños, sin abrir la puerta en ningún momento al cambio en el modelo de elección que pide Europa (y que el PP pone como requisito para renovar) ha asegurado que no van a rebajar mayorías parlamentarias y que así se lo trasladó al comisario europeo Didier Reynders. «Es una garantía que haya una mayoría reforzada. Mi plan -ha apuntado- es dialogar y llegar a un acuerdo, que el PP cumpla la Constitución y la ley, y mañana hay una gran oportunidad que no se puede rechazar (...) Un incumplimiento como este les debería avergonzar».
Jueces elegidos por los jueces
Respecto al modelo de elección, ha defendido el actual, en el que el Parlamento tiene la última palabra sobre los veinte vocales y no que los doce vocales de procedencia judicial sean elegidos por la propia carrera. En este sentido ha recordado que el modelo vigente ha sido avalado por el PP en sendos pactos de Estado cuando los populares tenían, además, mayoría absoluta: en 2001 y en 2013. «Esa ley es la de ahora y es la que ustedes no cumplen porque no les gusta. Es normal que estén ustedes enrojecidos con esta actuación».
Bolaños ha insistido en que la falta de renovación del CGP está provocando «una crisis institucional» en el poder judicial y supone «una triple anormalidad: una anormalidad institucional, porque no se cumple con la Constitución y la ley; una anormalidad europea, como nos recuerda la Comisión Europea, y una anormalidad que tiene efectos en la justicia». El ministro ha recordado que una de cada tres vacantes en el Tribunal Supremo están sin cubrir, aunque lo que no ha dicho es que lo están porque su partido ha prohibido por ley al CGPJ hacer nombramientos. Y ha dado más cifras: cada año que no se renueva al Consejo dejan de resolverse 1.000 asuntos y el refuerzo ronda ya los 10 millones anuales y 2,5 millones más del Gabinete Técnico del Supremo.
Previamente el portavoz de Sumar Enrique Santiago había pedido al ministro que apoye la reforma que ha presentado Sumar para que los vocales puedan cesar cuando llegue el vencimiento de su mandato. «Lo vocales -dijo en referencia al bloque conservador del Consejo- están operando como un partido político y han pasado a organizar una revuelta de las instituciones judiciales utilizando para ello el CGPJ».
Y es que a juicio del diputado la oposición de la judicatura a los abusos del Ejecutivo y Legislativo forma parte de esta revuelta. Ahí aludió a la reacción de la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo, a los distintos «pronunciamientos y declaraciones» del CGPJ o las manifestaciones de jueces y fiscales en defensa de su independencia. «Esta deriva debe finalizar. Nadie está por encima de comparecer ante comisiones parlamentarias; otra cosa es responder a cuestiones en función de lo que se pregunte«, dijo Santiago, quien aludió a las mismas previsiones del Código Penal (la desobediencia) que el Parlament mencionó al magistrado del Supremo Pablo Lucas cuando le llamó a declarar a la comisión de Pegasus.
Y aquí, en las polémicas 'comisiones lawfare', donde se vio uno de los puntos de fisura en las relaciones PSOE-Sumar. Bolaños invitó a los diputados a que se lean la Constitución porque el artículo 76 «dice claramente que no se puede revisar actuaciones judiciales». Los jueces no tienen obligación de comparecer, como recordó ayer el presidente del CGPJ, Vicente Guilarte, y este jueves refleja el acuerdo unánime del Pleno del órgano.
Tras acusarle la portavoz del PP María Jesús Moro de «poner una vela a dios y otra al diablo» (por decir que defiende a los jueces pero defienden el 'lawfare' en sus pactos con los independentistas) Bolaños ha comparado la gravedad de las declaraciones de la diputada Junts, que llamó indecentes a los magistrados concretos del Supremo y del TC, con las críticas del senador popular Monago al juez José Ricardo de Prada. «El silencio del PP fue atronador» en este caso, ha apuntado. «Yo tengo la conciencia tranquila porque defiendo a todos los magistrados», ha dicho, además de añadir que «cuando alguien intente una injerencia o descalificación me tendrá enfrente».
Legitimación de la impunidad
Con el portavoz de Vox, Javier Ortega Smith, ha mantenido el mayor enfrentamiento dialéctico, hasta el punto de que ha calificado su intervención de «grotesca y lamentable». Ortega Smith le acusó de encarnar los tres poderes el Estado en uno y de profanar la división de poderes". "¿De qué es usted fedatario, de los pactos de la infamia de Waterloo con promesas a los golpistas, el mayor ataque al Estado de derecho que ha habido? Usted representa el mayor caso de corrupción política porque por siete votos han acordado una amnistía para delincuentes abiertamente reincidentes", además de un referéndum y la despenalización de la apología del terrorismo o del ultraje a los símbolos nacionales. "Representa la legitimación de la impunidad de quienes dan un golpe de Estado y criminaliza a quienes creemos en el Estado de derecho, la inmensa mayoría de los españoles".
Por su parte, la portavoz del PP acusó a Bolaños y su gobierno de poner en jaque a la justicia como pilar del Estado. "Mal podremos descender a preocuparnos por debatir sobre reformas estructurales cuando es la esencia lo que peligra en estos momentos. "No sirven las declaraciones conciliadoras de cara a la galería" y luego "aceptar con una sonrisa" que Oscar Puente llame a los jueces fachas con toga o que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, no intervenga ante las palabras de la diputada de Junts. "Usted pone una vela a dios y otra al diablo para no disgustar socios", ha dicho.
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