Bildu y ERC amenazan con tumbar hoy la reforma de la ley mordaza: anuncian que votarán en contra

Son pocas las opciones para que la votación salga adelante este martes. Las líneas rojas tanto para Bildu como para ERC siguen siendo el uso de las pelotas de goma y las devoluciones en caliente. También los aspectos referentes a la desobediencia o al respeto a la autoridad. Todo apunta a que el Gobierno no podrá aprobar la reforma sin los votos de sus socios parlamentarios habituales, salvo que en las próximas horas cedan en alguno de estos puntos.

«Esta mañana EH Bildu votará en contra de la propuesta de reforma de la ley mordaza que se trae hoy a la comisión ya que creemos que se queda lejos del compromiso de derogación que asumimos hace ocho años», ha afirmado Jon Iñarritu.

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El diputado vasco ha considerado que «el hecho de querer mantener los aspectos más lesivos de la ley de Rajoy hace que se haga inasumible votar a favor de esa propuesta». «No queremos ser cómplices de una nueva ley mordaza light o edulcorada», ha aseverado.

Por su parte, la diputada de ERC Maria Dantas ha acusado a PSOE y Unidas Podemos de estar «maquillando la ley». «No es una Ley de Seguridad Ciudadana sino de inseguridad ciudadana y de seguridad policial porque permite que la policía pisotee los derechos de toda la ciudadanía», ha manifestado. «No vamos a legitimarla».

«Si el Gobierno quiere mantener esos abusos policiales, a los que llaman dos o tres cosillas, que no lo harán con nuestros votos», ha expresado Dantas, quien confirmaba que ERC votará también en contra.

Ambas formaciones, en un intento por «salvar» de su 'no' el dictamen de la ley mordaza, han registrado cuatro propuestas de enmiendas para modificar «de manera efectiva» el apartado sobre la desobediencia: «Pasaría a considerarse falta leve, como estaba en la legislación anterior», explican desde ERC.

Asimismo, con estas enmiendas pretenden que «las faltas de respeto» queden «objetivadas pasando a ser consideradas insultos e injurias» y que «se prohíba de forma efectiva las balas de goma y las devoluciones en caliente». Se trata de «un último intento de acuerdo» para llevar a cabo «una auténtica derogación de los aspectos más lesivos y que fueron introducidos por el PP en 2015», expresan.