Quién es Begoña Gómez, mujer de Pedro Sánchez: su trabajo, cómo conoció al presidente y por qué la investigan

El pasado miércoles, el jefe del Gobierno admitía que se estaba replanteando dejar la Presidencia tras la campaña de acoso vertida contra su esposa. «La gravedad de los ataques que estamos recibiendo mi esposa y yo, y la necesidad de dar una respuesta sosegada, me hacen pensar que esta es la mejor vía para expresar mi opinión», escribía el dirigente en esta carta abierta a la ciudadanía, donde pidió cinco días de reflexión para discutir si debía seguir al frente del Gobierno.

Ahora, casi una semana después de ello, Pedro Sánchez ha comparecido para anunciar que no dimite: «He decidido seguir al frente de la presidencia del Gobierno de España. No es un punto seguido, sino un punto y aparte. Trabajaré por la regeneración pendiente de nuestra democracia. Asumo con más fuerza si cabe seguir al frente del Gobierno de España», ha asegurado el socialista en esta declaración institucional desde La Moncloa, explicando que tanto su mujer y él saben que «esta campaña de descrédito no va a parar, pero podemos con ella».

Hasta ahora, la mujer de Pedro Sánchez se había mantenido siempre en un segundo plano, alejada del poder y centrada en sus propios negocios. Y es que, al margen de su vida en la Moncloa, la vasca ha desarrollado una prolífica carrera en consultoría y docencia.

Recopilamos todo lo que debes saber sobre Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez, y su vida lejos de la figura de su marido.

María Begoña Gómez Fernández (1975, Bilbao) nació hace 49 años en el País Vasco, aunque creció en el municipio de Valderas, situado en la provincia de León. Antes de conocer a su actual marido, se trasladó a la capital para estudiar Marketing en el ESIC y, posteriormente, realizó un máster en Administración y Dirección de Empresas.

Con casi 20 años de experiencia en consultoría y docencia, la esposa de Pedro Sánchez es considerada una experta en captación de fondos para ONG's y ha colaborado con diversas organizaciones sin ánimo de lucro como Oxfam Intermón, Anesvad o Amnistía Internacional. Además, trabajó durante varios años como directora de consultoría en externalización comercial en el Grupo Inmark.

En 2018, Gómez fichó por el Instituto de Empresa (IE) para dirigir el Africa Center, un puesto que dejó el pasado año 2022 y que le costó muchos ataques por parte del PP y Cs, que acusaron al presidente del Gobierno de «colocar» a su esposa. Actualmente, es codirectora de la Cátedra de Transformación Social Competitiva en la Universidad Complutense de Madrid y socia coordinadora del grupo de trabajo 'Transformación Social Empresarial' en WAS.

La vida de Begoña Gómez cambió radicalmente cuando conoció a Pedro Sánchez, que por entonces se definía como un «ligón» incansable. Los dos han compartido sus últimos 20 años de vida tras ese primer «flechazo», aunque su primer encuentro fue de lo más casual: se conocieron en la fiesta de cumpleaños de un amigo en común.

La actual esposa del presidente del Gobierno acudió a esta reunión invitada por unas amigas y fue allí donde conoció a Sánchez, un amor a primera vista: «Me enamoré con 31 años perdidamente de mi mujer. Fue en la casa de un amigo mío en un cumpleaños. Tuve que empeñarme mucho, unas cuantas veces. Me lo puso difícil», aseguró el socialista sobre los inicios de su romance.

Quien la sigue la consigue, y así lo hizo Pedro Sánchez con la mujer de su vida. Durante estos primeros meses de relación, el presidente hasta llegó a escribirle alguna que otra carta de amor: «Fui yo quien puse el cepillo de dientes en su casa, ella tenía un piso montado más grande que el mío», aseguró el socialista, que años después de comenzar su relación decidió mudarse a la casa que Begoña tenía en el barrio madrileño de La Latina.

Apenas unos años después, con su primera hija, Ainhoa (2005), ya nacida, la pareja se daba el 'sí, quiero' en una íntima ceremonia en 2006, que la propia Trinidad Jiménez, entonces concejala de Madrid, se encargó de oficiar. Begoña y Pedro se encargaron de celebrarlo en el Hipódromo de la Zarzuela y, poco después, en 2007, nacía su segunda hija, Carlota.

Begoña y Pedro ejercen de padres y de presidente y primera dama, pero siguen disfrutando de sus momentos más íntimos y comparten múltiples aficiones. «Nos gusta mucho ir a conciertos, La Habitación Roja, Björk… A Pedro le encanta Granada y siempre que podemos vamos a la Alhambra. Le encanta la playa y el deporte también es una de las cosas que quiere inculcar a las niñas, junto con la lectura», aseguró la mujer del dirigente político en un vídeo titulado '¿Quién es ese tal Pedro Sánchez?'.

Pedro Sánchez ha luchado mucho por llegar a lo más alto del Gobierno, aunque ha demostrado que está dispuesto a dejarlo todo por amor a Begoña: «Muchas veces se nos olvida que tras los políticos hay personas. Y yo, no me causa rubor decirlo, soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen día sí y día también», escribía en esta carta donde habla de los ataques que ha sufrido su familia en las últimas semanas.

Este pasado miércoles, un juzgado de Madrid hacía oficial la apertura de diligencias a Begoña Gómez tras la denuncia de Manos Limpias, donde la acusaban de tráfico de influencias y corrupción en los negocios. Esta organización, dirigida por el abogado y expolítico Miguel Bernad, ha señalado directamente a la mujer del presidente a través de una recopilación de informaciones publicadas en medios de comunicación, a la que acusan de haberse valido del cargo de primera dama para recomendar o avalar «a empresarios que se presentaban a licitaciones públicas».

Asimismo, la licenciada en Marketing también se ha visto salpicada, a raíz del caso Koldo, por el rescate del Gobierno a Air Europa, compañía perteneciente a la corporación Globalia, dirigida por Javier Hidalgo. El pasado marzo, el Partido Popular presentó una denuncia ante la Oficina de Conflictos de Intereses pidiendo que se determinara la responsabilidad del presidente del Gobierno en el caso de que no se hubiera ausentado o inhibido en los Consejos de Ministros en los que se tomaron decisiones favorables para la aerolínea, con la que su mujer mantenía vínculos económicos y profesionales en las mismas fechas.