Begoña Gómez defiende que la cátedra se creó por su «profesionalidad» y nunca hubo afán de lucro
Sostiene ante el juez que fue el rector de la Complutense quien le propuso crear la cátedra y no al revés
Güemes insiste en que no contrató a Gómez por ser la mujer del presidente
El juez pide a la UCO comprobar si hay más cuentas a nombre de Gómez y revisar las que ya tiene identificadas
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Begoña Gómez ha declarado este miércoles ante el juez que la cátedra extraordinaria de Transformación Social Competitiva que dirigía en la Universidad Complutense de Madrid le fue otorgada por su «profesionalidad» y nunca buscó afán de lucro, pues se consagraba a promover los objetivos ... de desarrollo sostenible. Ha depositado cualquier posible irregularidad en la gestión en la institución educativa.
En un cambio de estrategia de defensa, la mujer del presidente del Gobierno, que acudía imputada por apropiación indebida e intrusismo profesional a partir de una querella de HazteOír sobre el software de esa cátedra, se ha avenido a prestar declaración a preguntas exclusivamente de su abogado.
El interrogatorio ha durado 35 minutos en los que se ha centrado en subrayar que las marcas que inscribió con su nombre se registraron siguiendo instrucciones de los departamentos correspondientes y siempre para que siguieran al servicio de la Universidad.
En concreto, ha incidido en que la cátedra en sí no conllevaba retribución alguna y ha explicado que nació tras una reunión con el rector de la Universidad Complutense de Madrid, Joaquín Goyache. Él declaró que Gómez le había pedido crear una cátedra extraordinaria después de citarle a una reunión en La Moncloa en julio de 2020-
El relato de ella difiere en este punto: Begoña Gómez sostiene que quedaron porque le iba a trasladar una invitación a un congreso de lanzamiento de un nuevo título de máster y fue él quien le propuso que se impartiera junto al que ya existía bajo el paraguas de «lo que denominó» cátedra extraordinaria, es decir, que fue el rector quien le «sugirió» crear esa línea de estudios y no al revés. «Yo desconocía esta posibilidad», ha dicho ante el juez ,según informan en fuentes jurídicas a ABC.
Las dos marcas y la empresa
La cátedra echó a andar en octubre de 2020 y Gómez ha hecho hincapié en que siempre sostenida con fondos privados, que no públicos, sin ánimo de lucro y con colaboración «altruista» de empresas privadas que, conforme ha declarado, han visto «pisoteados» sus derechos, como el alumnado y los profesores durante la investigación.
En cuanto al máster en Transformación Social Competitiva, que dio nombre a la cátedra extraordinaria, Gómez ha reivindicado que tanto la forma como el contenido fueron diseñados e impulsados por ella misma y puestos «al servicio» de la Complutense, cuya Escuela de Gobierno tras estudiar las alternativas que propuso, aprobó que la denominación fuese «Transformación Social Competitiva: los ODS como estrategia».
Con descripción similar fueron registradas las dos marcas que ahora pesan sobre Begoña Gómez por una presunta apropiación indebida, cosa que rebate porque a nadie pertenecían antes. Ella, a preguntas de su defensa, ha asegurado que sólo se pretendía darle una imagen y una identidad al título de máster y que el logotipo que también consta inscrito por cuenta suya se dio de alta antes de la aprobación de estos estudios y «mucho antes» de que naciera la cátedra homónima.
En cuanto a la marca, Plataforma Transforma, de acuerdo a su declaración, la registró para «protegerla» en lo que se realizaban los trabajos para el software y era «conocido por todos». Por último, el dominio web que alojaba el software: ha asegurado que puso la inscripción en conocimiento de la Complutense siempre en el contexto del crecimiento de la plataforma que estaban poniendo en marcha.
Había también una empresa a su nombre con la misma denominación. De esto, se ha limitado a incidir en que no siendo personal de la universidad, podía desarrollar actividades «al margen».
Como ya puso su defensa por escrito, aportando una batería de correos, en el centro no le dieron una solución, así que el primer año lo inscribió la coordinadora de la cátedra, el segundo año lo asumió ella y el tercero, que ha sido 2024, la Universidad no se hizo cargo de los pagos y se dio de baja.
Barrabés y las cartas de recomendación
Durante el interrogatorio, el letrado también ha preguntado por las cartas de recomendación que Begoña Gómez firmó para una de las empresas de Juan Carlos Barrabés que aspiraba a un concurso público. La mujer del presidente del Gobierno ha defendido en la sala que lo que se apoyaba era la importancia a efectos de innovación del proyecto con una carta modelo similar a las que presentaron otras entidades, sin que ella tuviese ninguna intervención en el proceso de licitación. Ha subrayado que no se apoyaba a la empresa sino aquel proyecto concreto que aspiraba a desarrollar por concurso público para Red.es.
Asimismo, el letrado le ha preguntado por su acceso al puesto de directora en el África Center del Instituto de Empresa, fichaje que se acometió en 2018, poco después de llegar Pedro Sánchez a La Moncloa. Durante su exposición, Gómez ha negado relación entre ambos hitos y ha asegurado que «jamás» se ha beneficiado de esa condición.
Según su relato, el presidente del centro de emprendimiento e innovación del Instituto de Empresa y vicepresidente de asuntos económicos del IE, Juan José Güemes, le ofreció el puesto ya a finales de 2017, después de haber tenido con él reuniones e intercambios durante los meses anteriores sobre su experiencia tanto en las áreas de márketing como de innovación. Aceptó y el nombramiento se cerró en agosto de 2018.
Güemes: «No la contraté por ser la mujer del presidente»
Precisamente, Güemes estaba citado como investigado a continuación después de que el mes pasado, el instructor suspendiese su comparecencia como testigo y decidiese dirigir la causa contra él, aunque su defensa sigue sin saber por qué hechos ni qué delitos.
En este sentido, según informaron a ABC en fuentes presentes en la declaración, el juez Juan Carlos Peinado le ha recitado los cuatro ilícitos que se investigan en la causa (corrupción en los negocios entre particulares, tráfico de influencias, apropiación indebida e intrusismo profesional) y le ha dado a entender que incurrió en una contradicción con otra testigo del Instituto de Empresa por lo que se juega también una imputación por falso testimonio.
Esa testigo era la responsable de Recursos Humanos del centro educativo y lo que dijo, según consta en el acta de su declaración, fue que Güemes ordenó contratar Begoña Gómez para dirigir el África Center. Él, de hecho, dijo lo mismo en su declaración, pero asegurando que la razón no era que fuese la mujer del presidente del Gobierno. Acabó a continuación investigado. La Fiscalía recurrió para que se concretasen los hechos y los delitos en su caso, pero aún no se ha resuelto.
Y este miércoles, a preguntas sólo de su defensa, que ejerce el letrado Bernardo del Rosal, ha reiterado que no fichó para el África Center por ser la mujer del presidente del Gobierno. Nunca habló de esto con Sánchez y nadie del entorno del Gobierno le sugirió esta contratación, que luego tuvo resultados satisfactorios, y se sufragó con fondos exclusivamente de la fundación Instituto de Empresa.
En este sentido, se ha referido además al acuerdo que firmaron con Wakalúa, del grupo Globalia, y que no se llegó a ejecutar por la pandemia. Reforzaba así que el África Center no recibió ni un euro de esa empresa y que nunca se benefició el Instituto de Empresa de la condición de mujer del presidente de Begoña Gómez.
Ha detallado que a finales de 2021, ella dejó el África Center para emprender otro proyecto y no detalló los motivos, tras incidir en que fue él quien se ocupó de contratarla sin que para un área como el África Center fuera necesario una especificidad o una burocracia especial.
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