Bárcenas llega a la semilibertad al cumplir la mitad de su pena efectiva

Los factores que han influido en esta decisión son varios, aunque uno de los que más ha pesado es que el condenado ya había cumplido más de la mitad de la pena efectiva que debía cumplir. Aunque Bárcenas fue condenado a 29 años, en febrero de 2021 la Audiencia Nacional hizo lo que se conoce como la liquidación de la sentencia; es decir, calcular el tiempo máximo que debía permanecer entre rejas.

Pues bien, la Sala determinó que fueran doce años, el triple de la mayor de las penas que le fueron impuestas, en este caso por blanqueo de capitales y por delito contra la Hacienda Pública, penadas ambas con cuatro años.

Además, en el caso del exsenador del PP, se dan otras circunstancias que igualmente han sido valoradas por la Junta de Tratamiento: su comportamiento en prisión, que siempre ha sido correcto; que ha disfrutado de permisos penitenciarios sin incidencia alguna y también haber seguido el programa de rehabilitación para este tipo de delincuentes económicos puesto en marcha por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y que es pionero en Europa. No obstante, esto último no es determinante a la hora de tomar la decisión. Sí tiene peso específico que ha saldado ya toda su responsabilidad civil.

A partir de ahora, Bárcenas solo irá a dormir al Centro de Inserción Social (CIS) Victoria Kent donde se diseñará para él un plan para esta nueva fase de cumplimiento de su condena. Incluirá actividades de trabajo en beneficio de la comunidad y además tendrá fines de semana de permiso. La Fiscalía podría presentar recurso contra la aplicación del artículo 100.2, que resolvería el juez de vigilancia penitenciaria, pero de momento no consta que lo haya hecho.

El extesorero del PP no está del todo conforme con su nueva situación, ya que su aspiración era la obtención de un tercer grado, que le hubiera permitido trabajar y pernoctar ya en su casa aunque se mantuvieran algunas medidas de control. Según fuentes de su defensa, cumplía ya todos los requisitos para esa progresión y pese a ello, se le ha asignado un 100.2, que le impone las actividades a desarrollar y seguir durmiendo en prisión a diario. No obstante, todavía podría concedérsele esa evolución.

La pregunta que cabe hacerse es si el extesorero del PP ha tenido un trato más favorable que otros presos condenados por corrupción. La respuesta es que no, y bastan unos ejemplos para demostrarlo. Juan Antonio Roca, el cerebro del caso Malaya, que debía cumplir un máximo de 20 años de cárcel llegó a la semilibertad a los 11; Rodrigo Rato la alcanzó tras casi dos años y haber sido condenado a cuatro y medio e Iñaki Urdangarín, quien estuvo entre rejas 1,8 años antes de que se le aplicara el mismo artículo que a Bárcenas. La pena, en su caso, era de 5 años y 10 meses.

Por tanto, en los delitos de corrupción, en los que no hay un amenaza para la seguridad, lo más habitual es aplicar ese artículo 100.2 o conceder el tercer grado aproximadamente cuando se ha cumplido la mitad de la pena efectiva impuesta y se cumplen otros requisitos como el buen comportamiento o haber pagado la responsabilidad civil.

Luis Bárcenas ha cumplido estos seis años de condena en un módulo de respeto de Soto del Real. Según las fuentes penitenciarias consultadas por ABC en todo momento ha mantenido una actitud educada y una buena relación con sus compañeros, con los que no ha tenido conflicto alguno. De hecho, era uno de los internos con más liderazgo de su módulo.

El extesorero fue condenado a una segunda pena en octubre de 2021 por las obras de la sede del PP pagadas con dinero negro. Pero esta sentencia no supuso para él una alteración del límite máximo de 12 años en prisión ni de sus plazos para acceder a beneficios penitenciarios. En concreto la Audiencia Nacional le impuso una pena de dos años como cooperador necesario de un delito continuado de falsedad contable en concurso con otro contra Hacienda.

La mujer del extesorero del PP, Rosalía Iglesias, también está en prisión y que ya ha disfrutado de permisos de salida. En su caso, la liquidación de la sentencia está en 7 años y 6 meses. Al llevar en torno a dos años en prisión es más difícil que se le pueda aplicar una medida como la de su pareja, pues no ha cumplido la mitad de la pena efectiva impuesta por la Audiencia Nacional. Sí es más factible que se le conceda un permiso en estas fiestas navideñas. De ser así, después de muchos años el matrimonio podría volver a pasar junto estas fechas.

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