«De las bandas latinas se sale con la edad; de las maras, nunca»

La Policía lo advierte, pero también sabe que su trabajo es muy complicado. Varios de los arrestados ya habían sido detenidos por su pertenencia a 'clicas' mareras, pero estaban en libertad. Cinco son españoles, por lo que al menos ellos son inexpulsables una vez que hayan cumplido la pena, y con el resto tampoco se sabe qué ocurrirá después, al tratarse de procedimientos administrativos.

«Por lo menos -dicen fuentes de la investigación consultadas por ABC- les hemos mandado un mensaje claro de que estamos sobre ellos. Así que saben que en el futuro tendrán que ir con más cuidado». Sin embargo, de forma paradójica también hay consecuencias indeseables tras estas detenciones: «Cuando salgan de prisión lo harán con un mayor prestigio, habrán subido puestos en el escalafón y eso les hará más peligrosos». «De las bandas latinas se sale cuando se van cumpliendo años: de las maras, nunca», advierten las mismas fuentes, que insisten en que éstas son mucho más peligrosas que aquéllas.

Noticia Relacionada

Albañiles que cobran en negro de día, mareros de la Salvatrucha de noche

Pablo Muñoz

La investigación de la filial española de la MS13 impide, sólo por ahora, su implantación en nuestro país

La Policía intenta que con las maras no se vuelva a caer en el error que se produjo al comenzar el fenómeno de las bandas juveniles, cuando a pesar de las advertencias de los especialistas se trataba el tema como simple delincuencia juvenil, sin mayor trascendencia. Hoy en día esas bandas, aunque ya están consideradas penalmente organizaciones criminales, no sólo están plenamente asentadas sino que suponen un serio dolor de cabeza para las Fuerzas de Seguridad y un riesgo cierto para la seguridad, pues llevan decenas de muertes y heridos a sus espaldas, además por supuesto de los estragos sociales que causan.

Cuando se habla de la Mara Salvatrucha en España se puede cometer la misma equivocación que en el anterior caso. Si siempre hay que mirar al exterior para sacar enseñanzas, basta señalar que el Departamento de Estado de Estados Unidos declaró en febrero pasado a la MS13 como organización terrorista extranjera. Las autoridades norteamericanas no hacían más que seguir el camino abierto en esta dirección por El Salvador, en agosto de 2015. En España la Salvatrucha se queda en la más modesta categoría de organización criminal.

La operación conocida esta semana tiene importancia por el salto cualitativo que supone que el 'programa' investigado, sobre todo la 'clica' de Madrid, tuviera relaciones con una mara asentada en Estados Unidos, de la que recibía instrucciones; con otra de El Salvador, en este caso por parte del grupo de Barcelona, y con varios mareros en otros países europeos. La consigna era la de expandirse, no sólo por España sino también por el Viejo Continente, con cuyas policías ya colabora la CGI, de modo que habrá resultados a medio plazo. También era relevante que de los contactos virtuales se pasara a los físicos, con desplazamientos incluidos.

Igualmente significativo es que los 'mareros' empezaran a tocar más 'palos' del mundo de la delincuencia, hasta el punto de plantearse a perpetrar asesinatos por encargo como forma de financiación y empezar una búsqueda activa de armas de fuego. «No hemos actuado porque investiguemos delitos como el narcotráfico, o los robos con violencia; si hemos intervenido es porque sí nos ocupamos de este tipo de delincuencia que supone una amenaza para la seguridad interior de nuestro país», precisan los responsables de la investigación.

En otras operaciones de la CGI se había atacado a otra mara, la Barrio 18, que es la gran rival de la MS13. Con todo, hay diferencias entre ambas que hacen que la segunda sea más peligrosa. En concreto, la principal es que la segunda es una organización mucho más estructurada, con un claro reparto de roles y férrea disciplina.

En lo que coinciden las dos es en que están formadas por individuos muy violentos, cuyo objetivo es el control del territorio. Los 'mareros', y también es una característica relevante, más que el beneficio económico buscan actuar bajo la burbuja de protección que les proporciona pertenecer a la organización.

Una de las cosas que se ha observado en directo en esta operación es el rito iniciático de los aspirantes a entrar en la mara, conocidos como 'brincados' en su argot. En este caso se produjo en el Puerto de Barcelona y consistió en una paliza de los jefes al candidato de trece segundos, con patadas y puñetazos incluidos.

«Sinceramente, es muy difícil que consigamos pararlos, porque con esta operación hemos visto que el fenómeno de las maras evoluciona a peor. Pero nosotros vamos a seguir sobre ellos».