El PP expulsa al presidente de Formentera, que sigue siendo un voto clave para Prohens

El nuevo presidente formenterés, el representante de Sa Unió Óscar Portas, ha asegurado que este viernes «no era un día fácil», aunque la «pérdida de confianza» hacia Córdoba es «total» y ha descrito la situación como «insostenible», con una institución gestionada según los «caprichos» del hasta ahora presidente.

Portas también ha considerado que los miembros de Sa Unió son los primeros que «deben hacer autocrítica» ante lo sucedido, aunque ha resaltado que «han trabajado para reconducir la situación».

Por su parte, Córdoba ha asegurado que cierra este capítulo «con la cabeza bien alta». «Me voy triste pero con el corazón lleno de gratitud», ha subrayado el expresidente, que siente «orgullo y satisfacción por haber dado lo mejor» de sí mismo durante su mandato. «Esto no es un adiós sino un punto y aparte en mi servicio a esta tierra que me lo ha dado todo», ha añadido, para después refrendar que deja el cargo, pero no su compromiso con la isla.

En las elecciones de mayo de 2023, Córdoba encabezó como independiente la coalición Sa Unió, formada por el PP y Compromís amb Formentera, que consiguió la Presidencia del consejo insular y el diputado en el Parlamento autonómico después de varias legislaturas de dominio de la izquierda.

Sin embargo, a finales de noviembre de ese mismo año, todo se rompió cuando Córdoba dejó caer que podría dejar de apoyar incondicionalmente al Ejecutivo de Marga Prohens. Todos sus consejeros en Formentera le dieron la espalda, denunciaron que era un chantaje para conseguir sobresueldos y lo acabaron expulsando. De tal forma que Córdoba ha sido desde entonces un presidente sin apoyos en el consejo insular —fue expulsado de la coalición a comienzos de 2024 y solo se quedó un consejero en el equipo de gobierno— y un parlamentario autonómico teóricamente no atado a ningún compromiso, aunque de momento siempre ha apoyado al PP en las votaciones relevantes.

A comienzos de diciembre, Gent per Formentera y PSIB pactaron con Sa Unió plantear una moción de censura. Para refrendar el acuerdo, la izquierda exigió la dimisión del líder popular, José Manuel Alcaraz.

Durante este tiempo, además, Córdoba fue denunciado ante la Fiscalía por presunta malversación de fondos. La Comisión de Ética y Buen Gobierno del consejo presentó un escrito ante la Fiscalía en el que le acusaba de haber utilizado con fines «puramente privados» los servicios de un funcionario.

Formentera afronta ahora una nueva situación, con un Gobierno de Sa Unió en minoría, que le exigirá llegar a más acuerdos con la izquierda o volver a contar con el apoyo del expulsado Córdoba. Y en clave autonómica, está por ver qué hace el diputado formenterés en el Parlamento. La presidenta del Gobierno balear, Marga Prohens, ha deseado suerte este viernes a Óscar Portas y ha insistido en que el Ejecutivo regional seguirá a disposición del Consejo de Formentera para continuar trabajando «por el cambio que pidieron los formentereses en 2023».

Mientras, el PP de Baleares ha confiado en que el nuevo presidente «pueda continuar trabajando en las políticas de cambio que ganaron las elecciones y no condicionadas por la izquierda». A partir de aquí, los órganos de dirección del PP valorarán las posibles consecuencias internas de la moción de censura. Y en la misma línea que su presidenta, el partido conservador ha afirmado que seguirá trabajando tanto desde el Govern como desde el Parlament para cumplir con sus acuerdos firmados a inicio de legislatura con el diputado por Formentera, Llorenç Córdoba.

La ruptura del acuerdo entre PP y Vox ha provocado la prórroga de las cuentas autonómicas y una situación de incertidumbre de cara a 2025. En febrero, cuando vuelva la actividad parlamentaria, Córdoba será uno de los apoyos clave del Gobierno de Prohens para sacar adelante diversas leyes, entre las que se encuentra la de presupuestos.