Okupa la casa de un amigo en Ibiza y reclama 25.000 euros a la propietaria para irse: «Estoy desesperada»

Uno de los últimos casos que ha salido a la luz ha tenido lugar en Ibiza, concretamente en la zona de Santa Eulària, donde una familia de Barcelona está viviendo un auténtico infierno para desalojar una propiedad okupada. Según recoge El Periódico de Ibiza y Formentera, hace unos años que los propietarios del inmueble, situado en el archipiélago balear, accedió a que un joven, amigo de uno de los familiares, se instalara en la casa durante unos meses y, ahora, les pide 25.000 euros para irse.

El entuerto comenzó a finales de 2022, cuando el hijo de la propietaria de la vivienda entabló una amistad con un joven al que conoció en un gimnasio de la zona alta de Barcelona. En una de estas múltiples conversaciones, este desveló que su familia tenía una casa en la que solían pasar las vacaciones en Ibiza.

Fue entonces cuando el ahora okupa le pidió permiso para alojarse en la propiedad durante los meses de verano, con la intención de trabajar allí en la temporada de verano. En un primero momento, la familia catalana accedió con la condición de que fuera el joven el que se encargara de los gastos de luz y agua durante esos meses.

En conversaciones con el medio mencionado anteriormente, los afectados han recordado que «al principio no hubo problema» y que incluso llegaron a pasar «el mes de agosto» en la vivienda junto a él: «Había buena relación. Pero, cuando acabó el verano, ya dejó de pagar los gastos de agua y luz y ahí empezaron a tensarse las cosas», explican ahora sobre el momento en el que comenzó este infierno.

Durante una segunda estancia en la casa, la familia se encontró que el joven, que había dejado de pagar los recibos hace un tiempo, había alquilado espacios de la parcela a varias caravanas y camiones. «Les estaba cobrando un alquiler a ellos», cuentan los propietarios, que se encontraron la vivienda llena de perros, escombros y puertas.

No fue este el único problema que tuvieron con el okupa, que también «había sacado todo los muebles y enseres de la casa», con un valor sentimental incalculable, y «los había dejado al aire libre»: «Ahora está todo destrozado por culpa de este chico», explican en El Periódico de Ibiza y Formentera.

Después de que las víctimas de esta okupación se enfrentaran directamente con el delincuente, este accedió a expulsar a las caravanas y camiones. La familia pensó que, entonces, el joven abandonaría la casa, pero no lo hizo.

Al regresar a Ibiza en agosto, descubrieron que el okupa no sólo seguía ahí, sino que había okupado toda la vivienda y tan sólo les había dejado acceso a una habitación: «No podemos entrar en nuestra propia casa porque la tiene él. Ha sacado puertas, ha tirado paredes y cuando venimos todo son gritos, insultos y amenazas».

Los propietarios se ven, por el momento, incapaces de echar al okupa de su casa y, según su abogado, la única solución parece negociar con él para que deje el inmueble. Tal es el punto de desesperación al que han llegado que han contactado con una empresa de desokupaciones, que pretende cobrarles «unos 3.000 o 4.000 euros». Sin embargo, la familia se opone a pasar por este trámite y espera que el okupa acabe abandonando la propiedad, algo que parece poco probable.

Tal y como ha contado la propietaria a El Periódico de Ibiza y Formentera, jamás hubiera pensado que el chico fuera capaz de «hacer lo que ha hecho», algo por lo que parte de su familia la ha machacado. La mujer admite estar «desesperada» porque, a pesar del pago, nada asegura que realmente se vaya a ir, ni siquiera los 25.000 euros «que ha pedido para irse»: «Esto no tiene ni pies ni cabeza. Yo tendría que poder sacar a este chaval de ahí simplemente llamando a la policía pero la policía ya me ha dicho que ellos no pueden hacer nada», ha concluido en esta reflexión para el medio local.