Liberadas 13 víctimas de explotación sexual en Palma, captadas por una organización mediante app de mensajería

Al parecer, el entramado imponía a las mujeres un régimen de esclavitud, obligándolas a estar siempre disponibles y vigilando su actividad. Además, éstas debían realizar servicios como 'escort', para lo que los miembros de la red las trasladaban y controlaban en todo momento.

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Kike Cervera

Según ha informado la Policía, la organización captaba a las víctimas en su país de origen a través de compatriotas de nacionalidad china. Los implicados les ofrecían viajar a Europa y les cobraban presuntamente unos 15.000 euros en concepto de gastos, que debían abonar a la persona que las recibía en Polonia.

En ocasiones, esta misma persona les obligaba sin embargo a pagar 400 euros al mes adicionales en concepto de gastos de seguridad social, dado el supuesto empleo que les ofrecían en ese país.

El entramado aportaba además contratos de trabajo fraudulentos con intención de tramitar los visados para que las víctimas entraran en el espacio Schengen de manera irregular.

Una vez en Polonia, la organización trasladaba a las víctimas a Mallorca bajo el pretexto de un supuesto trabajo, dado que se encontraban en situación de precariedad económica, diciéndoles que podrían ganar mucho dinero.

Cuando llegaban a Palma, ha añadido la Policía, las mujeres eran trasladadas a los pisos de citas, donde eran obligadas a ejercer la prostitución para pagar la deuda contraída. En España las víctimas permanecían en situación irregular, lo que, unido al desconocimiento del español, incrementaba su dependencia a la organización.

Los miembros de la organización desarrollaban su actividad esencialmente en Palma, donde la principal responsable contaba con una red de implicadas que pernoctaban en los pisos para controlar los servicios y recaudar los beneficios de la explotación sexual.

Las condiciones bajo las que las víctimas debían ejercer la prostitución eran abusivas, según la Policía, que acusa a la organización de tratar a las víctimas como esclavas, al presuntamente obligarlas a estar disponibles las 24 horas del día y los siete días de la semana, sin poder rechazar a ningún cliente.

Las mujeres obtenían como máximo la mitad de los beneficios obtenidos por su explotación y apenas podía salir de la vivienda para no levantar sospechas entre los vecinos del edificio. Además, debían realizar servicios como 'escort', para lo que miembros de la organización las trasladaban en vehículo o pedían taxis, controlando los tiempos de estos servicios, monitorizando de manera permanente a las víctimas través de cámaras de videovigilancia.

Según la investigación, los implicados captaban a sus víctimas utilizando una aplicación de mensajería instantánea y empleaban diferentes webs de contactos para publicitar los servicios sexuales, siendo los miembros de la organización los que atendían a los clientes que llamaban para concertar los encuentros.

Los integrantes del entramado criminal se lucraban asimismo con la venta de vigorizantes sexuales, para que los servicios tuvieran una mayor duración y reportaran aún mayores beneficios.

Al parecer, estas ganancias se canalizaban a través de una empresa de hostelería, propiedad de la principal responsable de la organización, cuya actividad primordial era la de mantener una apariencia legal que justificara los beneficios obtenidos de la explotación sexual de las víctimas.

La investigación ha culminado con la liberación de 13 víctimas de explotación en Palma y 17 detenidos en Madrid, Palma, Barcelona y Polonia (1), como presuntos responsables de los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, relativos a la prostitución y pertenencia a organización criminal.

Se han realizado asimismo siete entradas y registros, seis en Palma y una en Barcelona en los que se han intervenido 15.000 euros en efectivo, 14 teléfonos móviles y otros dispositivos, así como documentación relacionada con la investigación.