El cadáver del hombre se encontró a unas cuatro millas del faro de Cala Figuera alrededor de las 14.30 horas de este miércoles y fue trasladado al Club Náutico de Santa Ponça pasadas las 16.00 horas, donde se activó el protocolo judicial. Herrera y su pareja, Silvia Souza, de 57 años, se encontraba desaparecidos desde el sábado, lo que había generado un amplio despliegue de búsqueda por mar y aire.
Durante las labores de rastreo, los equipos de rescate también han recuperado el cuerpo sin vida de otro hombre, que podría ser uno de los ocupantes de una patera que habría naufragado recientemente al noroeste de sa Dragonera. Las autoridades no descartan que se trate de una víctima de la inmigración irregular por vía marítima.
La Guardia Civil continúa la búsqueda activa de la pareja de Herrera, desaparecida en las mismas circunstancias, y no se descarta ninguna hipótesis mientras prosiguen las investigaciones.
La embarcación en la que viajaban, una lancha motora Sea Ray 270 Sundancer de 27 pies llamada Zaragall, fue hallada el lunes sobre las 18.00 horas a una milla de la isla de sa Dragonera, a la deriva y sin tripulación. En su interior permanecían intactas todas las pertenencias de los navegantes, inclusive sus teléfonos móviles. Las autoridades marítimas tardaron cerca de una hora y media en personarse en la zona tras recibir el aviso.
Fue el hijo de Silva de Souza, Alan Krell, quien dio la voz de alarma tras no recibir respuesta de su madre y confirmar que no acudió a su puesto de trabajo el lunes, según informó la publicación Gaceta Náutica. De inmediato, interpuso una denuncia por desaparición ante la Guardia Civil de Calvià.
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