Detenido un joven en Mallorca por engañar a un centenar de menores para que le enviaran fotografías sexuales

Los hechos se remontan al pasado enero, cuando los padres de una menor interpusieron una denuncia en Málaga en la que alertaban de que su hija y una amiga habían sido contactadas a través de una red social de mensajería instantánea por otra usuaria.

Ésta, relataron, se identificaba con el nombre de una mujer y, tras entablar conversación con las chicas, les comenzó a solicitar fotos. La amiga de la denunciante le envió una imagen en la que se le veía la cara y en la que le informaba de que era menor.

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Alba García

La usuaria sospechosa, pese a ser conocedor de su edad, siguió insistiendo hasta que la víctima le acabó enviado una foto de carácter íntimo. Tras ello, incluso le pidió que se grabaran las dos menores juntas, ha informado la Jefatura Superior de Policía de Baleares.

Fue entonces cuando los agentes del Grupo de Ciberdelincuencia de Málaga iniciaron una investigación para tratar de determinar la identidad de la persona que se escondía tras el perfil que contactó con la denunciante y que reclamaba imágenes sexuales.

Determinaron que se trataba de un joven de 25 años que recientemente se había trasladado su residencia a la zona este de Mallorca, por lo que remitieron la información a los agentes del Grupo de Delitos Tecnológicos y Delincuencia Económica de la Jefatura de Baleares.

Tras otorgarles el permiso correspondiente la autoridad judicial, el pasado martes los investigadores registraron el domicilio del sospechoso, quien fue detenido por múltiples delitos.

En la vivienda intervinieron un terminal móvil y una tarjeta de memoria de una cámara de fotos, que llevaron a dependencias policiales para su posterior análisis.

En los dispositivos localizaron el perfil que el sospechoso empleaba en la red social, haciéndose pasar por una adolescente de entre 16 y 19 años, para engañar a sus víctimas y conseguir que le enviaran imágenes de carácter sexual.

En ese perfil había más de 500 conversaciones abiertas, todas ellas con chicas. Más tarde encontraron otro perfil de su propiedad en la misma red social, en la que había otros 500 chats comenzados.

Según las pesquisas, el joven se dedicaba ha comenzar una conversación --con un simple «hola»-- a todos los perfiles de menores que encontraba y, cuando una le respondía, intentaba ganarse su confianza.

Lo hacía entablando una conversación o mandándoles alguna foto sexual que previamente había obtenido --y almacenado-- de otras víctimas, de modo que en múltiples ocasiones consiguió que le respondieran de la misma forma.

Una vez conseguía su objetivo, siempre según la Policía, la conversación «cambiaba radicalmente» y mostraba a las perjudicadas su verdadero rostro. A partir de entonces amenazaba con enviar las imágenes íntimas a sus padres y allegados si no cumplía con sus exigencias.

El joven llegó a decirle a alguna de sus víctimas que, aunque no conocía a sus padres, tenía un amigo 'hacker' que podía conseguir sus datos, aprovechándose de su inocencia y falta de madurez.

Los investigadores también encontraron un perfil en otra red social de mensajería, caracterizada por su seguridad, que el sospechoso empleaba para almacenar las imágenes.

Concretamente, tenía un canal titulado 'Mis Datos' en el que había guardado las capturas de pantalla, fotos y vídeos de las menores, que guardaba como si fueran «trofeos».

Con toda la información obtenida de este sistema de almacenamiento, los policías estiman que hasta el 25 de enero de este año podría haber al menos un centenar de víctimas.

No obstante, teniendo en cuenta el elevado número de conversaciones que tenía en marcha, no descartan que pudiera haber engañado a más menores.

En virtud de la información de la que disponen en estos momentos, los investigadores consideran que el detenido «no tiene ningún tipo de sensibilidad con las víctimas, que las fuerza y las obliga a realizar actos sexuales que escapan a su entendimiento y a su voluntad».

Eso, apuntan, les ha llevado a sufrir secuelas tanto físicas como psicológicas pese a su insistencia de que borrara las imágenes y las dejara tranquilas.

Para la plena identificación y localización de todas las víctimas, y poder protegerlas y ofrecerles la posibilidad de denunciar, los agentes han iniciado los trámites para desarrollar una segunda fase de la operación, en la que realizarán un análisis exhaustivo de todos los dispositivos del sospechoso.

Tras pasar a disposición de la autoridad judicial como supuesto autor de delitos de corrupción de menores, agresión sexual, coacciones y tenencia y distribución de pornografía infantil, el joven ha ingresado en prisión provisional.